Desde hace más de cuarenta años, cada segundo fin de semana del mes de marzo, la localidad de Laujar de Andarax celebra la fiesta de «Los Quintos» para homenajear a los jóvenes de la población que llegan a la mayoría de edad y custodiarlos, por ello, bajo la protección de la Virgen de la Salud, patrona de esta villa de la Alpujarra almeriense.
A comienzos de los años sesenta, los muchachos que se medían para realizar el servicio militar organizaban una fiesta con el fin de despedirse de amigos y familiares, a la vez que recaudaban dinero para afrontar los gastos de desplazamiento de la aventura que se disponían a protagonizar. A los pocos años de consolidarse estos festejos, se propuso que la Virgen de Salud procesionaria con estos hijos del pueblo para que los protegiera en su nueva andadura.
De esta manera, y con la abolición del servicio militar obligatorio, llegamos a lo que se conoce como la fiesta de «Los Quintos». Un evento en el que los jóvenes laujareños que llegan a los dieciocho años, hombres y mujeres, se encomiendan a su patrona en un ambiente festivo que congrega a todos los vecinos de la villa alpujarreña.
Durante todo el año, estos muchachos trabajan para que este momento sea todo un éxito. Cuotas, rifas y libro de fiestas son los medios mediante los cuales recaudan dinero. No obstante, los padres son, en gran medida, un apoyo importante en estos preparativos. De hecho son los encargados de confeccionar los aperitivos y comidas que se ofrecen tanto en la feria del mediodía como por la noche.
El momento más emotivo, sin embargo, se vive en el templo parroquial cuando, una vez que finaliza la Eucaristía, el presidente de la Hermandad de la Virgen de la Salud va nombrando a «los quintos» para hacerlos nuevos hermanos de la asociación pública de fieles, ante la mirada expectante de conocidos y familiares.
Siguiendo la estela de esta tradición, los jóvenes que llegaron este año a la mayoría de edad en Laujar de Andarax celebraron este paso a la edad adulta con la Eucaristía del pasado domingo, presidida por el párroco, Hernán Darío Cano Henao, tras la cual sacaron en procesión a la Virgen de la Salud, con el fin de pedir su protección y custodia ante la nueva etapa que comienza en sus vidas.
