
Querida comunidad, querida familia de la ciudad de Almería.
Saludo a la Sra. Alcaldesa y a toda la corporación municipal, al concejal portador del pendón y a todas las autoridades: civiles, militares, judiciales, académicas y a los cuerpos de seguridad. Saludo al Sr. Deán y al excelentísimo Cabildo de la Catedral. Felicito a la Policía Municipal que celebra su patrón.
Aún estamos con el sabor de la celebración del Nacimiento del Señor y hoy la Iglesia nos presenta el testimonio luminoso del primer mártir. Hoy, dentro del ciclo de Navidad en toda la Iglesia, celebramos a san Esteban, el primer mártir de los seguidores de Jesús: “os entregarán a los gobernantes y a los reyes por mi causa” acabamos de escuchar en el Evangelio. La liturgia parece unir el pesebre con la cruz, (también los hacen nuestros villancicos tradicionales) recordándonos que el amor que Dios nos muestra en este recién nacido de Belén es un verdadero amor que llega hasta el extremo.
San Esteban no fue apóstol, ni sacerdote del Templo. Fue un hombre “lleno de fe y del Espíritu Santo” (Hch 6,5), el primero en el número de los siete diáconos elegidos por los apóstoles para servir a los pobres, esteban se nos presenta como una persona entregada a la caridad y un testigo valiente de la verdad. Cuando su palabra y su vida incomodaron, fue acusado injustamente. Sin embargo, no respondió odiando, Esteban, como buen discípulo de Jesús: confió en el Padre y perdonó a sus perseguidores.
El Niño de Belén viene a traer una paz que pasa por la entrega, una luz que no se apaga ni siquiera en la noche del rechazo. El mártir nos recuerda que el Evangelio se anuncia con palabras, pero se confirma con la vida. También hoy, muchos cristianos son llamados a dar testimonio en medio de la incomprensión, la burla o la indiferencia.
Ahora, dos mil años después, sigue habiendo cristianos martirizados en bastantes países del mundo, aunque no sean noticia, quizás interesen más otras. Según informes recientes de Open Doors, organización cristiana internacional sin fines de lucro que apoya a los cristianos perseguidos por su fe en distintos países del mundo, miles de cristianos han sido asesinados en 2025 por motivos relacionados con su fe, especialmente en las zonas de conflicto y por parte de grupos extremistas, ya sean políticos o religiosos.
Más de 7.000 asesinatos este año solo en Nigeria a manos de militares. En el Congo en febrero de 2025, la masacre de Kasanga, dejó al menos 70 cristianos decapitados por soldados del grupo ADF, o la masacre de Komanda, en julio de 2025 que asesinó más de 50 personas, en una iglesia mientras oraban durante la noche. Sin ir más lejos, en Lyon, Francia: El 10 de septiembre de 2025, Ashur Sarnaya — un cristiano asirio — fue apuñalado hasta la muerte, cuando grababa en directo un TikTok evangelizador, un asesinato motivado por su fe cristiana y sus críticas a grupos extremistas. Además, Syria, Sudán, China, India… En un contexto más amplio, alrededor de más de 380 millones de cristianos en todo el mundo se enfrentan a la persecución de cualquier tipo por su fe, incluyendo violencia, encarcelamientos, destrucción de iglesias, discriminación legal, y restricciones severas de la libertad religiosa.
Esteban mientras era apedreado, levantó los ojos al cielo y vio la gloria de Dios. Sus últimas palabras repiten las mismas de Cristo en la cruz: “Señor Jesús, recibe mi espíritu” y “Señor, no les tengas en cuenta este pecado” (Hch 7,59-60). Este es la esencia del martirio cristiano: no la violencia sufrida, sino el amor ofrecido; no la derrota, sino la victoria del perdón.
Las autoridades y parte de la sociedad almeriense, desde hace 536 años, que ya es decir, el día 26 de diciembre de 1.489, conmemoramos la toma incruenta de la Ciudad de Almería por los Reyes Católicos (que aún no tenían ese título) y la restauración del cristianismo. Isabel y Fernando celebraron la Navidad en Almería, un día como hoy, y oyeron Misa en la mezquita de la Alcazaba. Cuando los Reyes, hicieron entrega solemne del Pendón de sus Armas Reales a la Ciudad, mandando que lo colocarán en la Torre más alta de la Alcazaba, “llamada de la Vela”, hicieron oficial su conquista.
Y ahora, entre nosotros ¿sería posible hacer conquistas colectivas sin ninguna violencia de cualquier tipo? Antes de ayer, el rey Felipe VI, constataba que atravesábamos una inquietante crisis de confianza y nos recordó la Transición como un ejercicio colectivo de responsabilidad.
Y ayer, el papa León XIV, en el saludo de la Navidad a todas las naciones, recordando a Gaza y Ucrania, nos decía: Habrá paz cuando nos sepamos poner en el lugar de quienes sufren cuando la fragilidad de los demás nos atraviese el corazón, cuando el dolor ajeno haga añicos nuestras sólidas certezas, entonces ya comienza la paz. Y añadió, que Europa, no pierda su espíritu comunitario y colaborador, fiel a sus raíces cristianas y a su historia solidaria y acogedora con los que están pasando necesidad.
Hermanas y hermanos, este es el camino de la paz y la concordia, es el camino de derribar las murallas que creamos, y de abrir las puertas de la ciudad: solo, si entre todos, somos responsables podremos acabar con esta crisis de confianza en la que nos hemos sumergido. Si cada uno de nosotros, a todos los niveles, en lugar de visceralidad, de palabras huecas, de diatribas y acusaciones a los demás, si en su lugar, reconociéramos, ante todo, las propias faltas y supiéramos pedir perdón a Dios y a los demás y, al mismo tiempo, nos pusiéramos en el lugar de quienes sufren, siendo más solidarios con los más débiles y oprimidos, entonces cambiaría nuestra vida y la de los demás. Ojalá se empape nuestro corazón de buenas obras. ¡Feliz día de san Esteban!
Almería, 26 de diciembre de 2025
+ Antonio, vuestro obispo

