
“Apóstol de Andalucía el Clero español te aclama”, así reza el comienzo del himno a san a San Juan de Ávila que el clero almeriense cantaba enardecido al final de la celebración de su patrón el pasado miércoles 10 de mayo.
Todos los sacerdotes y diáconos estaban convocados a las 12:00 de la mañana en la capilla de la casa de espiritualidad de aguadulce. Nuestro obispo D. Antonio presidió la santa misa concelebrada por decenas de sacerdotes entre los que destacaba el sacerdote Pedro María Fernández Ortega que cumplía sus bodas de oro sacerdotales.
En su homilía, D. Antonio exhortó a los sacerdotes diciendo: “Qué hacer si la sal que es nuestro tesoro se desparrama y se vuelve sosa? Queridos sacerdotes: Sólo la intimidad con Cristo y la ayuda de los hermanos (del presbiterio y la comunidad) hacen posible la restauración de nuestra vasija”. “Estamos en época de reformas. Comencemos por reformar nuestra vida, miremos el diálogo, escucha, búsqueda, transformación, innovación y sobre todo confianza como hizo nuestro gran apóstol San Juan de Ávila”, concluyó el prelado sus palabras.
Durante la comida compartida, D. Pedro María Fernández relató, emocionado, sus 50 años de vida sacerdotal concluyendo con “estoy muy orgulloso de ser cura diocesano de Almería”. El aplauso y el cariño del resto de los compañeros sacerdotes fue el broche de oro de esta sencilla celebración sacerdotal.