
Una abarrotada catedral acogía el pasado sábado 17 de septiembre el relevo de la Casa de Nazaret. De un lado, las hermanas de la institución benéfica “Corazón de Jesús” acompañadas de la superiora general, Mª Ángeles Cejudo. De otro, los hermanos franciscanos de la Cruz Blanca Luis Miguel Martell. Presidiendo la Eucaristía, nuestro obispo D. Antonio, el Vicario general y otros muchos sacerdotes que quisieron estar presentes en esta emocionante celebración. Junto a ellos, una representación de casi todas las congragaciones religiosas presentes en nuestra diócesis para acoger a un nuevo carisma que aportará frescura evangélica.
Durante la celebración de la Santa Misa, animada en sus cantos por el ministerio de alabanza de la Renovación Carismática, tuvieron lugar algunos gestos como el paso de una vela (como signo de la luz de Dios que sigue presente) y el abrazo de los dos superiores de las dos congregaciones. En su homilía, el obispo ha reflexionado sobre la vocación y al amor de Dios que se “convierte en entrega y servicio”.
Al finalizar, los dos superiores intervinieron dando gracias a Dios por los momentos vividos y la nueva encomienda y se hicieron una foto de familia en la escalinata del altar de la catedral.