El Obispo diocesano, monseñor Adolfo González Montes, estuvo en Roma durante esta semana, participando en el encuentro promovido por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización.
El Presidente de dicho consejo, el arzobispo Rino Fisichella, durante su intervención del pasado sábado por la mañana, en el Aula del Sínodo, dio de forma extensa y detallada los principales puntos para el estudio y la reflexión, que jalonaban la primera parte del encuentro de los miembros del Pontificio Consejo y los más de treinta representantes de las distintas Conferencias Episcopales de Europa y del resto de la geografía mundial, especialmente de Latinoamérica.
Ya por la tarde, en el Aula Pablo VI, se dio cabida los ocho mil miembros de los diferentes grupos, asociaciones y movimientos responsables para la nueva evangelización, de los cuales dos asistieron en representación de la Conferencia Episcopal Española: el Director del Secretariado de la Comisión Episcopal del Clero, Santiago Bohigues Fernández, y la Directora del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, Lourdes Grosso García, M.Id.
Algunos de los testimonios más significativos fueron los de sor Verónica Berzosa, fundadora de Iesu Communio, la comunidad contemplativa que nació en la diócesis de Burgos; el escritor y periodista italiano converso al catolicismo, Vittorio Messori; y el Obispo Castrense de Colombia y antiguo colaborador en el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Fabio Suescún Mutis.
La jornada finalizó con la visita de de Sumo Pontífice y la actuación de Andrea Bocelli ante todos los presentes.
El domingo por la mañana, Benedicto XVI anunció en la Basílica de San Pedro, durante la Eucaristía, la celebración de un “Año de la fe” entre el 11 de octubre de 2012 -50º aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II- y el 24 de noviembre de 2013, ante los participantes del encuentro promovido por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización.
La iniciativa de celebrar el “Año de la fe” tendrá lugar “precisamente para dar renovado impulso a la misión de toda la Iglesia de conducir a los hombres fuera del desierto en el que a menudo se encuentran hacia el lugar de la vida, la amistad con Cristo que nos da su vida en plenitud”, explicó el Papa.
El Pontífice recordó que “la teología de la historia es un aspecto importante, esencial, de la nueva evangelización, porque los hombres de nuestro tiempo, tras el nefasto periodo de los imperios totalitarios del siglo XX, necesitan reencontrar una visión global del mundo y del tiempo”.
De esta manera, el santo Padre no quiere que se trate de una año que sobresalga por la multiplicación de las ceremonias, sino que sea un año de reflexión y estudio, con el que se profundice en los aspectos nucleares que impulsan la teología católica.
