Ha pasado ya más de medio siglo desde que el jesuita Tomás Morales, actualmente en proceso de canonización, instaurara en España la Vigilia de la Inmaculada, una de las actividades marianas por excelencia. El origen de esta iniciativa se remonta al silencio y la oración de los ejercicios espirituales, que el sacerdote acostumbraba a impartir a mediados del siglo pasado a los empleados de la banca, y el sector empresarial.
En ese ambiente de recogimiento, el padre Tomás forjó la idea de comenzar a movilizar al laicado dentro de la Iglesia para que asumiera una labor evangelizadora. Entre las muchas actividades que impulsó, la Vigilia de la Inmaculada pronto se convirtió en parte esencial de la tradición que hoy siguen cientos de miles de españoles en parroquias, templos y catedrales de todo el país.
Con este sentir de la Iglesia, el próximo viernes, 7 de diciembre, el Obispo de Almería, Mons. Adolfo González Montes, presidirá en la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de La Encarnación la Vigilia de la Inmaculada Concepción, a las 21:00h.