En el año 1588, dos ermitaños de remota procedencia, Domingo de San Juan y Juan de Santa María, fundaron en la localidad de Berja un santuario sobre las ruinas de una pequeña iglesia que existía en el despoblado paraje de Pixnela, al pie de la sierra de Gádor, donde depositaron una figura de talla de la Virgen María, de altura de poco más de media vara de alto, a la cual dieron el nombre de Nuestra Señora de Gádor. Así lo recogen los documentos de la época.
En este 2013 se cumplen 425 años de aquello. Más de cuatro siglos de devoción a la patrona de Berja, cedida en 1592 al pueblo con la condición de que la imagen se quedara en aquel paraje. Por ello, la Hermandad y la parroquia de la Anunciación se unieron en este fin de semana para coronar un nutrido programa de actos religiosos y culturales que arrancaron a comienzos de este mes.
El domingo pasado, el Obispo de Almería en persona, Mons. Adolfo González Montes, presidió la Misa estacional en Berja, con motivo de los 425 años de patronazgo de la Virgen de Gádor en esta población del poniente almeriense. Nadie quiso perderse este momento. Los vecinos abarrotaron el templo de La Anunciación, acompañando después a la venerada imagen mariana por las principales calles del pueblo. Un día inolvidable, en el que, además, se estrenó el nuevo trono que portará a la Virgen.