A los cuatro seminaristas que han accedido hoy al diaconado, se sumaban dos ordenandos más que han recibido el diaconado para su ejercicio permanente.
La Catedral de Almería estaba a rebosar. Más de mil quinientas personas integraban la asamblea eucarística en la cual recibían la ordenación seis diáconos diocesanos. La Catedral de la Encarnación lucía con gran belleza y el Obispo y los presbíteros que concelebraban la santa Misa estaban de verdad contentos. Religiosas y fieles venidos de la costa y del interior llenaban el primer templo de la diócesis almeriense.
Los dos ordenados para el ejercicio permanente del diaconado son Antonio Asensio Martínez y Jesús G. García Aiz, ambos casados, funcionario el primero y profesor de Religión y Teología el segundo. Jesús García acaba de obtener el grado de doctor en Teología y ambos se han preparado con ilusión y, a la formación académica, han añadido la formación eclesiástica, litúrgica y pastoral a lo largo de estos últimos años. Fueron llamados a la ordenación, dentro de la acción litúrgica, por el Presidente de la Comisión diocesana para el Diaconado permanente, el Deán de la Catedral y Delegado episcopal para Liturgia y Ritos, don Juan Torrecillas Cano.
El Rector del Seminario, don Juan Antonio Moya Sánchez, llamó a su vez a los candidatos al presbiterado, los cuatro seminaristas que han sido ordenados de diáconos: Mariano Carlos Delgado, que ha dejado su carrera política por el sacerdocio; y Andrés Francisco Rodríguez Quesada, ingeniero agrícola, que también dejó un prometedor futuro profesional, para seguir a Jesús; y Raúl del Águila y Antonio Jesús Saldaña, dos vocaciones juveniles cuajadas a la sombra beneficiosa del Seminario Menor y de las convivencias juveniles, y de la vida cristiana en la parroquia. Los cuatro sueñan con su pronta ordenación de sacerdotes.
El Seminario Conciliar rehabilita en estos meses el pabellón del edificio que acogerá a los seminaristas menores, presentes esta mañana en la Catedral junto a los seminaristas mayores, que servían el altar.
