Encarna Lacasa, subdirectora de Cáritas Almería, fue la encargada de recoger la distinción especial a Cáritas Diocesana de Almería, que otorgaba ALMUR, por las iniciativas a favor de las mujeres en situación de vulnerabilidad para que puedan acceder a oportunidades económicas. Tuvo lugar en la tarde de ayer, 27 de junio, en la Casa de las Mariposas, con motivo de la IX Edición de los Premios Almur 2024. La encargada de entregar la distinción fue Esther Oliva, de la Secretaría de Dirección y del Consejo Rector de Casi.
Al recibir la distinción, Encarna ofreció este emotivo discurso:
Para mi es una alegría recibir este reconocimiento. Nuestra directora, Mari Carmen Torres, que no ha podido asistir porque se encuentra en Madrid en la Asamblea Confederal de Cáritas Española, me transmite su agradecimiento y su inmensa alegría.
En nombre de todos los que formamos parte de Cáritas queremos agradecer muchísimo y sinceramente a Almur por haber pensado en nosotros. Gracias porque potenciáis la solidaridad y la justicia. Muchas gracias a las autoridades que nos acompañan, a los patrocinadores, a Cajamar. Damos las gracias a todos los que habéis hecho posible este evento. A mi me gusta siempre agradecer también, a los que estáis ahí sentados porque el que sale aquí a hablar se siente acogido y abrazado por vosotros. Muchísimas gracias a todos.
Recogemos este premio con muchísima ilusión. Cuando nos dijeron que íbamos a recibir esta distinción, en Cáritas nos ha hecho pensar porqué hacemos lo que hacemos, para quién lo hacemos y para qué lo hacemos. Toda entidad que es capaz de hacerse esas preguntas y de responder esas preguntas ya se está definiendo. Toda entidad que tiene una respuesta coherente y seria está buscando la excelencia en su centro de trabajo. Cáritas también busca esa excelencia.
En Cáritas tenemos dos cosas preciosas, dos cosas extraordinarias, que son un motor y un corazón. El motor de Cáritas son los voluntarios y voluntarias que saben mucho de gratuidad. Ellos son el centro de nuestra entidad. Forman parte también de ese motor los trabajadores que son incansables, están para todo, siempre responden y son ese acompañamiento, esa mano profesional que ayudan a las Cáritas parroquiales y que hacen posible que desde las parroquias podamos estar cerca del que más nos necesita. Así mismo, donantes y colaboradores que son fundamentales en ese motor.
Por otro lado, el corazón de Cáritas son las personas que nos dejan acompañar y entrar en sus vidas. Es una experiencia dura pero preciosa. Cáritas te hace ver otras realidades que ni siquiera sospechas que existen. Cuando eres capaz de que esa realidad te toque, de repente el corazón cambia; y sin darte cuenta, te conviertes en un regalo para el mundo y para el que te necesita.
Con Cáritas se aprende a poner nombre y apellido a cada persona. Se aprende que acompañar no es una técnica, es un arte. Acompañar al más vulnerable en situación de fragilidad es el arte de estar muy cerca.
Quiero terminar dirigiéndome a las compañeras empresarias y felicitaros, porque con vuestra visión y liderazgo sois un referente para todos. Felicitar a las premiadas y a las distinciones especiales.
Un abrazo inmenso de parte de Cáritas. Nos vamos con esta distinción con muchísima alegría y con un compromiso: seguir soñando y seguir construyendo ese mundo tan bonito que somos capaces de hacer las personas. Muchísimas gracias de parte de Cáritas.
Finalmente, el evento terminó con un coctel, en el que trabajadores y voluntarios de Cáritas que asistieron pudieron disfrutar y compartir sensaciones e ideas.