Son muchas las personas que se preguntan a dónde va a parar la ropa usada que donan a través de diferentes medios. Para ello Cáritas siempre ha sido sinónimo de uso ético, transparencia y máximo aprovechamiento. En esa línea Cáritas Diocesana de Almería ha dado un paso más y pone en marcha su nuevo Proyecto Textil Koopera, presentado recientemente por parte de su Equipo Directivo: Juan Antonio Plaza Oña (Delegado Diocesano), Andrés Asensio (Director) y Mª Carmen Torres (Subdirectora).
Tal como afirmó Plaza Oña, se trata de «dignificar la atención y la ayuda que se está prestando a las personas que acompañamos» poniendo siempre a «los últimos de nuestra sociedad en el centro de nuestras preocupaciones».
Además Cáritas busca que la ropa donada no se convierta en un negocio o tenga una utilización poco transparente y, a menudo, sin criterios éticos. Por eso desde el nuevo Proyecto Textil de Cáritas, como explicaba Andrés Asensio, «se asegura que toda la ropa donada tenga un uso ético una vez pasado por un exigente proceso de higienización y etiquetado: el 10% se pone a disposición de las personas sin posibilidades económicas (una parte de dicha cantidad se pondrá a la venta a través de una tienda de ropa donde dichas familias podrán acudir en igualdad de condiciones que el resto de la población), un 50% se les envía a Cáritas de otros países con más necesidades (por ejemplo Cáritas Chile o Cáritas Rumanía), el 30% se destina a la industria colchonera (tapicería, relleno) y lo restante (lo inutilizable) se emplea como materia energética de combustión».
De esta manera se descartan cualquier sospecha sobre el destino final de todo lo que la gente con buena voluntad dona y, por otro lado, siguiendo directivas de la Unión Europea, se gestiona el reciclado de la ropa desde un respeto absoluto al medio ambiente.
Necesidad de colaboración de los Ayuntamientos
En este proceso un pilar fundamental, como recordó Mª Carmen Torres, es la firma con los Ayuntamientos de la Provincia de convenios de colaboración mediante los cuales se permita instalar contenedores de Cáritas para ropa. Hasta ahora Cáritas Diocesana se ha puesto al habla con diferentes consistorios recibiendo una respuesta inicial muy positiva. No obstante, desde la Dirección de Cáritas aún se mantienen prevenciones hacia el resultado final de dichas conversaciones si en las mismas los ayuntamiento deciden primar su beneficio económico por la instalación de dichos contenedores sobre el beneficio sobre las personas que tendrá el Proyecto de Cáritas.
Así, Andrés Asensio apuntó que «Cáritas no está en condiciones ni es su interés competir económicamente por la consecución de las licitaciones; si algo hace Cáritas es devolver a los ayuntamientos y las administraciones su colaboración en forma de inclusión de personas en la sociedad, de aminoramiento de la miseria y la precariedad con la que muchos ciudadanos viven y, ahora, con la creación de puestos de trabajos para un grupo de ellos».
Estos puestos de trabajo (que se calcula ahorrarían al año unos 200.000€ a las administraciones almerienses en conceptos de salarios sociales, subsidios, etc) serían para personas de colectivos vulnerables que entrarían a formar parte de todo el circuito de la ropa anteriormente descrito. Se haría a través de una empresa de inserción y con el horizonte de la participación en una cooperativa gestionada por Cáritas Diocesana y Koopera. En cualquier caso lo que asegura Cáritas Diocesana de Almería es que dichos trabajadores gozarían de un tratamiento digno, justo y ético en todos los órdenes. Y el que ello sea realidad también está en manos de los municipios permitiendo a Cáritas la colocación de los 100 contenedores.