La apuesta por la inserción laboral es uno de los ejes prioritarios de actuación de Cáritas para atajar los efectos de esa herida abierta que sufren miles de personas a causa del desempleo. El Informe «CÁRITAS CON EL EMPLEO 2014», presentado esta semana pasada en Madrid, da cuenta del compromiso de las 70 Cáritas Diocesanas de todo el país con la defensa del derecho al trabajo de las personas más vulnerables. Concretamente 13.681 personas acompañadas por Cáritas se han incorporado a un puesto de trabajo.
Esta acción a favor del empleo –que han detallado el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, y el coordinador de Empleo y Economía solidaria, José Luis Pérez Larios— ha permitido acompañar durante 2014 a 70.791 personas a través de nuestros servicios y proyectos de empleo en toda España. Además de compartir con cada una de ellas sus inquietudes vitales, un nutrido equipo de 2.619 voluntarios y de 823 personas contratadas las han apoyado en su acercamiento al mercado laboral.
Para Cáritas, es motivo de esperanza que 13.681 personas (el 19% del total de participantes) hayan logrado incorporarse a un puesto de trabajo en el último año, lo que supone tres puntos más que en 2013, donde esa tasa fue de 16%.
Estos datos confirman que es posible seguir creando empleo digno para las personas en situación de grave dificultad social. Y de que la apuesta de Cáritas por construir oportunidades para todos ellos puede alcanzarse en un escenario que sigue mostrando los efectos de un periodo de crisis que nos ha dejado más paro y menos poder adquisitivo (de 2007 a finales de 2013 se destruyó más del 18% del empleo existente y desaparecieron unos 3,5 millones de puestos de trabajo), Y si bien es cierto que en 2014 se vuelve a crear empleo, la situación es muy grave para los casi 1,8 millones de hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro.
Como han señalado Sebastián Mora y José Luis Pérez Larios, para Cáritas es urgente que tomemos conciencia de que nuestro mercado laboral sigue cerrando sus puertas a algunos colectivos, especialmente los jóvenes, las mujeres, los parados de larga duración, los mayores de 45 años y los trabajadores con menor nivel formativo. Y que la realidad sigue diciéndonos que el empleo no es un derecho garantizado para muchos.