
“Os anuncio una gran alegría”.
Es lo primero que escuchamos antes incluso de saber el nombre del cardenal elegido como nuevo Papa, y antes de conocer el nombre que ha escogido como sucesor de Pedro: “Os anuncio una gran alegría”.
Ningún Papa es igual, porque cada uno tiene un recorrido personal que lo hace único. Pero lo verdaderamente importante, siempre, es que es pastor, sucesor de Pedro, evangelizador.
Las primeras palabras del Papa León XIV han sido palabras que hablan de discípulos de Cristo, de diálogo, de encuentro, de puentes, de unidad, de paz, de justicia, de no tener miedo, y sobre todo, de proclamar el Evangelio para ser misioneros. Nos está anunciando una Iglesia misionera, abierta, acogedora, que tiende puentes de diálogo. Porque, como él ha dicho, las personas necesitan nuestra caridad, nuestra presencia, nuestro diálogo, y, por encima de todo, necesitan amor.
Quizá su lema episcopal, inspirado en la oración de Jesús “que todos sean uno”, sea también el corazón de la misión que asume en este tiempo como sucesor de Pedro.
Bienvenido sea nuestro Papa León XIV.
Y a quererle, a amarle y a obedecerle.
+ Antonio Gómez Cantero