Pasó la fiesta de la Patrona de Almería, en cuyo honor se ha celebrado la Feria, con un calor húmedo que no echó para tras a los miles de almerienses y foráneos que nos visitaron. Los cultos religiosos estuvieron concurridos. Después de la novena llegó la fiesta mayor de la Virgen del Mar. Más gente que nunca en la Misa estacional en la iglesia conventual del Real de Santo Domingo.
Trasladada del domingo al sábado la solemnidad la fiesta fija es ya una realidad consolidada después de la reforma litúrgica del calendario particular de la Iglesia de Almería. La ofrenda floral alistó en las filas de amor a la Virgen del Mar oleadas de oraciones que llevaban en volandas a los hijos de la ciudad a rendirle homenaje: corporación municipal, cuerpos funcionariales, servicios públicos, miembros de corporaciones sociales diversas, y el Cabildo Catedral que en nombre del Obispo y propio del Capítulo catedralicio viene sumándose a esta ofrenda de felicitaciones a la Madre del Redentor y Madre espiritual de la Iglesia.
Ofrecemos la HOMILÍA del Obispo diocesano, Mons. González Montes, y su ALOCUCIÓN de la tarde del domingo en la Plaza Circular de la ciudad, durante la procesión con la sagrada imagen de la Virgen. Al término de la procesión tras el canto de despedida el Obispo recitó la oración de la solemnidad e impartió la bendición propia de las fiestas de la Virgen. Después, como colofón, el himno a la Patrona “Sobre las olas”; y tras los golpes de rigor de la última “levantá” de la Virgen que el capaz ofreció al Obispo, la Patrona de Almería entraba en su casa entre los aplausos de los fieles.