Hoy, en las vísperas de la solemnidad del Apóstol Santiago, por las facultades exclusivas que se me han concedido, dando pasos en la reestructuración de la diócesis, después de las consultas pertinentes realizadas, he determinado que nuestro Seminario Conciliar “San Indalecio” esté integrado en la comunidad de seminaristas, formadores y profesores de la Diócesis de Cartagena.
He tomado personalmente esta difícil decisión, sobre todo teniendo en cuenta el Directorio, para la vida de los seminarios mayores, de la Santa Sede y la premura económica de nuestra diócesis. Estoy seguro que esta experiencia transitoria será beneficiosa para nuestros seminaristas.
El encuentro con mi hermano en el episcopado D. José Manuel Lorca Planes, obispo de la diócesis hermana de Cartagena, fue fructífero y consolador. Agradezco de corazón, a él y a su diócesis, la oferta gratuita para que nuestros seminaristas puedan ir a convivir y estudiar (serán 70 estudiantes), junto a los propios, los seminaristas de Guadix, los de la diócesis de Idiofa (Congo), los de la diócesis de Galápagos (Ecuador) y de algunas congregaciones religiosas, en Murcia.
Estoy seguro que la gran comunidad que formarán (más de 40 seminaristas), será enriquecedora para el crecimiento personal y espiritual de todos. Los seminaristas estarán en nuestras comunidades, la mayoría de los fines de semana, para las actividades pastorales: los primeros cursos para tareas asistenciales y los últimos para tareas parroquiales.
Tengo claro, después de 18 años como formador y rector del Seminario Conciliar palentino, que nuestro seminario no es un edificio, sino unas personas en crecimiento y discernimiento para ser buenos pastores al servicio de nuestras comunidades y, si el Señor los llama, a la misión “ad gentes”. ¡Tantas personas han salido de sus tierras para anunciar el Evangelio! El nacimiento de nuestras diócesis se debe al ímpetu misioneros de muchos que no se quedaron en el confort de sus casas y ciudades. La iglesia es católica y es necesario abrir los ojos y el corazón para servir, más y mejor, allí donde seamos llamados. Caer en un localismo endémico, no sólo recorta los horizontes, sino que debilita el espíritu.
Junto al nuevo Rector y al Delegado para las vocaciones al presbiterado, diseñaremos el acompañamiento y la actividad del Seminario Menor de la Inmaculada. Mantengámonos unidos en la Esperanza, que nace de la Fe y se manifiesta en la Caridad. ¡Ánimo y adelante!
En Almería, a 24 de julio de 2021
+ Antonio Gómez Cantero
Obispo Coadjutor de Almería