En estos días, los jóvenes de Ronda han mantenido un encuentro entre los participantes de «Trans-formando nuestro mundo» y los del curso de monitor de tiempo libre.
Durante la mañana trabajaron temas relacionados con el mundo de las drogas (sustancias, alcohol, juego…) y los factores que favorecen su consumo. Así como mecanismos de protección ante esta realidad.
Por la tarde, los participantes del curso tuvieron una jornada teórica sobre la pedagogía del juego y su importancia en los procesos de desarrollo personal y social.
TRANS-FORMANDO EL MUNDO
Los jóvenes de Ronda y la Serranía comenzaron en noviembre la experiencia llamada «Trans-formando el mundo». Se trata de una convivencia mensual en la que los jóvenes, de entre 16 y 25 años, van descubriendo que «la caridad cristiana no es un voluntarismo, sino que el amor a las personas más necesitadas nace del mismo Jesucristo», según explica Rafael Caro, párroco de Cortes de la Frontera y uno de los coordinadores de la experiencia. «La idea de este proyecto es que nuestros jóvenes conozcan las distintas realidades de pobreza que hay en nuestro mundo y suscite en ellos el compromiso con la realidad y con los hermanos que sufren», afirma Rafael Caro,«y al mismo tiempo suscitar la participación e implicación en los grupos de las distintas Cáritas parroquiales».
Ana María Medina