Ante la llegada a Nerja este jueves de una patera con 17 inmigrantes magrebíes a bordo, Ramón Muñoz, delegado diocesano de Migraciones, hace una valoración de la realidad migratoria en nuestra diócesis.
Ramón Muñoz, delegado diocesano de Migraciones, ha manifestado el dolor que todos sentimos ante hechos como el que acontecía este jueves en las costas malagueñas, con la llegada de una nueva patera al sur de Nerja con 17 inmigrantes a bordo. El delegado diocesano afirma que «los cristianos vivimos como urgencia evangélica esta realidad tan dramática. Benedicto XVI, en su mensaje para la Jornada Mundial de las Migraciones del 2011, nos recordó que todos somos una sola familia humana. Debemos recordar y respetar el derecho a emigrar, y darnos cuenta de que Dios creó los bienes para toda la humanidad, y todos debemos poder acceder a esos bienes. En ese mal reparto está el origen de las migraciones forzosas, como las que han traído a nuestras costas a tantos hombres, mujeres y niños en situación de especial debilidad» ha declarado Muñoz.
Los hechos
En la madrugada del jueves 2 de mayo, se interceptó al sur de Nerja una patera con 17 inmigrantes magrebíes a bordo, todos adultos. Los inmigrantes, en aparente buen estado de salud, fueron trasladados al puerto de Málaga. Allí, Cruz Roja ofreció una primera asistencia a los tripulantes de la embarcación.
Pero ésta no ha sido la única llegada de inmigrantes a las costas andaluzas estos días. En la tarde del miércoles, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil interceptó una patera con unos 30 inmigrantes subsaharianos a bordo, adultos y en aparente buen estado de salud, que fueron trasladados al puerto de Motril (Granada).
