El día 18 de enero, comenzó en la parroquia de la Inmaculada y San Alberto Magno la primera jornada de formación Ecuménica, bajo el título: «El diálogo de conversión precede al diálogo de comunión».
Con este lema, el sacerdote Manuel González Muñana, Delegado Diocesano de Ecumenismo y para el Diálogo Interreligioso, impartió su ponencia destacando la importancia de la unión con Dios para llegar a la unión de las Iglesias. En este sentido, afirmó que el futuro de la Unidad depende de una sólida espiritualidad ecuménica que tiene tres exigencias: conversión a Dios, ser santos y oración.
Centrándose en la primera exigencia, el ponente manifestó que la conversión debe ser actitud permanente personal y comunitaria, que se debe dar por ambas partes. Asimismo, resaltó que la falta de este dinamismo frena la Unidad. "En la misma medida que surge la conversión que lleva a vivir como hijos de Dios, se irá vislumbrando la Unidad", explicó.
Respecto a la Santidad, destacó que todas las Iglesias tienen mártires y en la Santidad de los mártires todas las Iglesias están unidas. En este sentido, se refirió a la plena comunión con el Señor como el camino de la Unidad. Además, definió el ecumenismo de la Santidad como el más eficaz.
Finalmente, hizo especial hincapié en la oración, subrayando que la fuerza de la oración es el método más eficaz y fecundo para acelerar el dinamismo y acercamiento al Misterio de la plena Unidad.