La celebración del Año Jubilar de Caravaca de la Cruz reunió el pasado sábado a casi 40 jóvenes de once parroquias, congregaciones religiosas y asociaciones de la Diócesis, que participaron en la peregrinación organizada por la Delegación de Pastoral Juvenil. “Han sido los jóvenes quienes lo han preparado todo”, asegura el delegado diocesano de Pastoral Juvenil, Antonio Jiménez.
Vestidos con una camiseta granate, con la cruz de doble brazo y el lema “Jesús es nuestro camino”, peregrinaron desde Bullas a Caravaca, 22 kilómetros de convivencia y oración. A través de la Vía Verde del Noroeste llegaron primero hasta Begastri (Cehegín), donde los jóvenes realizaron una visita antes de retomar su camino hasta la Basílica Menor-Santuario, donde celebraron la misa del peregrino a las 18:30 horas.
El vicario episcopal para la Evangelización, José León, invitó a los jóvenes a ver el jubileo como “un regalo, una oportunidad que, a través de la Iglesia, el mismo Dios abre a cada uno para regalar una vida nueva”. “Se nos piden unas actitudes –apuntó el vicario durante la Misa Jubilar–: peregrinar; estar dispuestos a cambiar de vida y confesarnos; comulgar y rezar por el Papa y por toda la Iglesia, para obtener el perdón. Pero la gracia jubilar es una gracia más profunda que la confesión, porque lo que hace con esas heridas que va dejando en nosotros el pecado y que nos condicionan, es curarlas, transformarlas para que podamos vivir de una manera nueva, con una capacidad de amar mayor, y con la dignidad de Hijo de Dios”.
En esta peregrinación participaron parroquias de Murcia, Molina de Segura, Alcantarilla, El Palmar, Ceutí, La Palma, Cehegín y Caravaca de la Cruz; así como jóvenes de los Scouts Católicos, del grupo juvenil Hakuna, de las Hermanas de la Consolación de Caravaca y de las Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús.