La ex colegiata ha recuperado elementos decorativos, luminosidad y se han renovado bóvedas, rejas, coro y trascoro, púlpitos, así como elementos escultóricos.
Cinco años y diez meses después de los terremotos que asolaron la ciudad de Lorca en mayo de 2011, la ex colegiata de San Patricio abre sus puertas. El pasado viernes tuvo lugar la consagración del templo, presidida por el Obispo de la Diócesis de Cartagena y a la que también acudió el Arzobispo Emérito de Burgos, así como los párrocos de Lorca y otros sacerdotes diocesanos naturales de la Ciudad del Sol.
El recién rehabilitado templo se llenó de fieles sorprendidos ante la mejora del mismo, pues se han recuperado elementos decorativos y luminosidad. Según el arquitecto responsable, Juan de Dios de la Hoz, se han reparado todas las estructuras del edificio, así como acabados e instalaciones, con un coste total de 4.776.346 euros.
La celebración de consagración comenzó con las palabras del párroco de San Patricio, Nicolás Poyato, que agradecía las labores realizadas allí. Tras esto, el Obispo asperjó con agua bendita el altar y los muros del templo. En su homilía, Mons. José Manuel Lorca Planes destacó la fortaleza del pueblo de Lorca, que “ha sabido reponerse” de la catástrofe. “Hemos mantenido la calma y nos hemos mantenido unidos remando en la misma dirección, hasta ser un ejemplo para el mundo. No en todas partes –señaló el Obispo– se ha vivido esta circunstancia con la valentía, el coraje y la decisión con que se ha vivido en esta ciudad”. Mons. Lorca también agradeció al sacerdote Antonio León, vicario responsable de Patrimonio y Economía, su entrega y dedicación desde los terremotos: “Ha ido gastando y desgastando su propia vida y, sin duda, ha sido una pieza calve de la reconstrucción, al menos del patrimonio eclesiástico”.
Transcurrida la liturgia de la Palabra, y tras las letanías de los santos, el Obispo ungió con el Santo Crisma el altar y las cruces del templo. Acto seguido, los seminaristas depositaron sobre el altar un brasero sobre el que Mons. Lorca derramó incienso y los diáconos incensaron el altar y el resto de la iglesia.
Rehabilitación integral
La reparación de las estructuras del edificio pasa también por la renovación completa de los soldados de piedra, los paramentos, bóvedas, yesos, rejas, coro, trascoro y púlpitos, así como la totalidad de los elementos decorativos y escultóricos. Esto facilita que hoy se puedan contemplar las portadas de acceso a la sacristía y al altar mayor con los colores originales y leyendas, así como la dedicación a los tres santos irlandeses: San Patricio, San Columba y Santa Brígida, situados en las hornacinas de la portada hacia la Plaza de España.
En la zona exterior del templo se han restaurado las fachadas y las cubiertas, recuperando las pendientes primitivas y dejando así a la vista los huecos completos de ventanas, arranques de contrafuertes, pináculos e incluso una balaustrada en la cubierta del transepto sur además de las Salas Capitulares y las que se encuentran bajo la rampa del carrerón.
La reconstrucción de San Patricio ha unido a diferentes administraciones y fundaciones. Las obras tuvieron un coste de 4.776.346 euros, para los cuales el Estado Español ha aportado 250.000 euros; la Administración Regional, 3.236.648 euros; el Obispado de Cartagena, 520.994 euros; la Fundación Cajamurcia, 671.415 euros; y la Fundación Endesa, 97.288 euros.
En ella se han llevado a cabo estudios arqueológicos y de caracterización de materiales, que han dado como resultado el descubrimiento del trazado de la muralla de Lorca bajo la nave central, así como restos de diferentes torreones y de la antigua Iglesia de San Jorge, precedente del actual templo y que se derribó para la construcción de la Colegiata. También se han recuperado las criptas bajo las capillas y las naves, quedando todas ellas ventiladas y accesibles.
Uno de los aspectos que más llama la atención tras la restauración, asegura el arquitecto, es la luminosidad en el interior del templo, pues han podido recuperarse las dimensiones originales de todas las ventanas, que habían ido tabicándose a lo largo de los siglos, cuando se iban elevando las pendientes de las cubiertas.
“Lo más sorprendente ha sido la recuperación de cientos de metros cuadrados de pinturas murales, que se encontraban tapadas por diferentes manos de pintura”, explica el arquitecto. Estas pinturas se encuentran en las embocaduras, paramentos e incluso las bóvedas de las capillas. Especialmente significativas son las encontradas en la Capilla del Alcázar, así como las que decoraban el cuerpo inferior de la torre y que ahora se podrán apreciar a través de unos vidrios en el suelo de la sacristía.
La magnitud en la extensión de estas pinturas y el coste económico necesario para su recuperación, hace que en algunas de las capillas no hayan concluido los trabajos, que podrán realizarse según se obtengan los fondos económicos necesarios, sin afectar al funcionamiento normal del templo.
También se ha dotado de climatización a la Capilla del Alcázar, preinstalación en torno a la vía sacra y una completa iluminación mediante tecnología led.
Esta reconstrucción, junto a la de las iglesias de Santiago, San José, San Mateo, Nuestra Señora del Carmen y antiguo Convento de San Francisco, recibieron el pasado año un premio internacional. El equipo técnico dirigido por el arquitecto Juan de Dios de la Hoz, recibió el Premio Europa Nostra de Conservación del Patrimonio, considerado el más importante en su categoría, por la recuperación de estas seis iglesias de Lorca.