El Arciprestazgo de Taco se ha unido a las múltiples y diferentes iniciativas que a lo largo y ancho de nuestra Diócesis se están realizando para el desarrollo del Plan de Pastoral. Este año, INVOLUCRÁNDONOS en la Misión Diocesana, un grupo de 47 agentes de pastoral representantes de todas las parroquias de Taco, junto con sus párrocos, se han juntado para orar, reflexionar, profundizar y compartir sus inquietudes y vivencias como discípulos-misioneros.
Fueron convocados y acogidos desde el viernes día 3 a las 19:00 en la Residencia Santo Tomás (en el edificio del Seminario). Tras la distribución de habitaciones para quienes se quedaban a dormir y una sencilla cena, los participantes entraron de lleno en la Convivencia. En ella, se invitaba a reflexionar sobre el pan que cada uno es, llamados a partirnos y repartirnos por los hermanos, por la Iglesia.
A la mañana siguiente, y después de orar y desayunar, el obispo quiso saludar a los presentes. Asimismo, agradeció y estimuló el servicio que se viene prestando. Posteriormente, se continuó con las dinámicas. En una de ellas, se invitaba a recorrer la historia personal de cada uno, con sus luces y sombras, tal cual es, dejándola iluminar por la presencia de Jesús. El clima de reflexión personal y oración no faltó en ningún momento.
La tarde sirvió para compartir testimonios personales de diferentes miembros de nuestra Diócesis. Hermosos testimonios de tres mujeres que prestan su servicio al Reino de diversos modos. Al final de la tarde, antes de la cena, al estilo de Emaús, los participantes se sentaban con Él, pidiéndole que se quedara con ellos para ser más y mejores discípulos-misioneros.
Después de la cena, de forma más distendida y aprovechando la presencia del vicario general, Antonio Pérez, se desarrolló un coloquio para compartir y aclarar nuestros miedos e inquietudes sobre la Misión.
La segunda sesión arciprestal tuvo como telón de fondo hacer juntos la experiencia de Emaús. Divididos en diez grupos a lo largo de toda la Residencia, se compartieron diez momentos con gestos significativos en torno a: ¿Dónde estás? ¿Le reconoces? ¿Es el centro de tu vida? ¿Qué lugar ocupa la Palabra para ti? ¿Te acojo? y ¿Qué testimonio doy de ti?