A través del Vicario General, que concelebró el pasado día 2 la Santa Misa con Francisco en la residencia pontificia. Asimismo, el Santo Padre bendijo la Archidiócesis y, en concreto, las localidades de Maracena y Deifontes, de donde es natural y párroco, respectivamente, D. Francisco Javier Espigares Flores.
El Papa Francisco envía gratos recuerdos y saludos a nuestro Arzobispo Mons. Javier Martínez. Lo hizo a través del Vicario General de Granada, D. Francisco Javier Espigares Flores, el pasado día 2 de diciembre, tras concelebrar con el Papa la Santa Misa en su residencia pontificia de Santa Marta.
Junto a D. Francisco Javier Espigares también concelebraron otros sacerdotes, entre ellos el Delegado Episcopal para actos públicos de naturaleza civil y relaciones con las instituciones civiles y Capellán Mayor de la Capilla Real de Granada, D. Manuel Reyes, en una Santa Misa en la que participaron una treintena de fieles de una parroquia de la Diócesis de Roma.
EL PAPA, CONOCEDOR DE NUESTRA DIÓCESIS
Asimismo, el Vicario General de Granada subrayó que el Papa es conocedor de nuestra Archidiócesis, para la que pidió su bendición, y conocedor de «nuestra vida eclesial». El Santo Padre bendijo también las poblaciones de Maracena y Deifontes, de la que es natural y párroco D. Francisco Javier Espigares, respectivamente. En este sentido, el Papa Francisco expresó su alegría y agrado por que el sacerdote diocesano asumiese responsabilidades en la atención pastoral de la parroquia siendo Vicario General.
En el momento del saludo al Santo Padre, el Vicario General de Granada destacó la atención paternal y amorosa del Papa a todas las personas, sin mediar protocolos, y con el afecto con el que un padre y un pastor atiende a sus hijos y a su rebaño. «Fue acogiendo a todos con cariño», explicó D. Francisco Javier Espigares, quien destaca del Papa su sencillez y su mirada que «a la vez que te miraba te quería». «No era una mirada neutral, ni fiscalizadora, ni enjuiciadora. Notabas una mirada de amor», señaló el Vicario General, quien destaca del Papa «su grandeza, por su accesibilidad». «Experimenté un amor muy grande, que se nota no sólo en la santidad del Papa sino también lo que significa: para nosotros los creyentes, ser vicarios de Cristo, el dulce Cristo en la tierra, sucesor de Pedro, ejercer la comunión de todos los obispos, tener oraciones de toda la Iglesia por él», explicó D. Francisco Javier Espigares de su experiencia en el momento de saludar al Papa.
La participación en la Santa Misa en la casa pontificia de Santa Marta de los sacerdotes diocesanos D. Francisco Javier Espigares y D. Manuel Reyes se enmarca en la celebración de éste último de sus bodas de oro sacerdotales y de la reciente peregrinación a Roma con un grupo de granadinos, entre ellos de la Hermandad Nuestra Señora Virgen de las Angustias, de «Amigos de San Nicolás» y de Manos Unidas Granada.
Paqui Pallarés
