Cáritas Diocesana de Tenerife ha ayudado a 140 jóvenes a continuar formándose a través de tres programas en los que la institución trabaja con personas de entre 18 y 30 años en riesgo vulnerabilidad social con la idea de que adquieran competencias profesionales que les permitan obtener un puesto de trabajo.
Aunque parece que los efectos de la crisis han comenzado a remitir y que el número de parados disminuye, todavía son muchas las familias que viven en riesgo de exclusión social y cuyos miembros tienen serias dificultades para conseguir un puesto de trabajo. En este contexto, desde Cáritas Diocesana se recuerda que los jóvenes son uno de los sectores de la población que ha visto más reducidas sus posibilidades de encontrar empleo, sobre todo aquellos que carecen de estudios especializados.
En el último año la tasa de paro de los menores de 25 años se situó en un 45,81% en Canarias, según la encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según el Observatorio Canario (Obecan), un total de 33.831 personas de entre 16 y 30 años, son demandantes de empleo, lo que se traduce en un 14% de los desempleados registrados en Canarias.
Para paliar esta situación, Cáritas Diocesana de Tenerife ha puesto en marcha los programas Operaciones auxiliares de Electricidad y Electrónica, Triatlón para el empleo y Operaciones básicas de cocina en los que no solo se busca ampliar el currículum académico, sino que también se ofrecen prácticas no laborables que les aporta a los jóvenes una mayor experiencia en su sector.
Además, en estos cursos se realiza un seguimiento de cada persona a través de técnicas de coaching que permiten a los jóvenes avanzar en su crecimiento personal. Los responsables de estos proyectos coinciden en que lo más importante es que “los jóvenes recuperen la ilusión por seguir con su formación y mejoren su empleabilidad para adaptarse a las necesidades del mercado laboral actual”.
A través del programa Triatlón para el empleo, Cáritas ofrece tutorías individualizadas, en las que se les asesora con el fin de ayudarles a conseguir un empleo en el sector profesional que ellos mismos elijan. La metodología utilizada, según asegura la técnico del proyecto María Ángeles Martín, es a través del coaching con el fin de fomentar la potenciación personal y la participación social. Además, se les enseña a utilizar las nuevas tecnologías, en concreto las redes sociales, como una herramienta útil para la búsqueda de empleo.
El objetivo es ofrecer a los y las jóvenes pautas e instrumentos que les faciliten “conseguir un trabajo, al mismo tiempo que se les enseña a desarrollar las habilidades laborales que su futuro empleo requiere, motivándoles a continuar con sus estudios y ofreciéndoles apoyo emocional y psicológico” explica María Ángeles Martín.
Otra de las iniciativas que desarrolla Cáritas en favor de la inserción laboral de los jóvenes es el curso de Operaciones auxiliares de Electricidad y Electrónica, en el que colabora y financia la Fundación Endesa. En este programa, que tiene una duración de ocho meses, los jóvenes reciben formación específica en materia de electrónica, al mismo tiempo que adquieren conocimientos sobre otros temas, como la prevención de riesgos laborales y medioambientales, matemáticas básicas y recursos para la búsqueda de empleo.
Además, según explica una de las responsables del proyecto, Naira Expósito, se trabaja para que los jóvenes adquieren mecanismos como la autoconfianza, la creatividad y la habilidad de saber comunicar, ya que son algunas de las aptitudes que las empresas demandan a la hora de contratar. Una vez finalizado el curso, los jóvenes reciben un certificado de profesionalidad que les acredita para trabajar en cualquier parte del territorio nacional.
Desde que se puso en marcha el curso de Operaciones auxiliares de Electricidad y Electrónica, en el año 2011, se ha mejorado la empleabilidad de los 121 jóvenes que han participado en esta iniciativa. De hecho, tres de los jóvenes que están participando actualmente en la actual edición del proyecto ya han conseguido un puesto de trabajo y los otros 12 continuarán formándose durante los meses de verano a través de formación complementaria que ofrece Cáritas.
Cáritas también ofrece ayuda para la inserción de empleo a través del programa Operaciones básicas de cocina en el que 11 alumnos reciben formación específica en el sector de la hostelería y realizan un total de 80 horas prácticas entre los meses de agosto y noviembre. El técnico del programa, José Juan Rivero, asegura que en las tres ediciones que se han desarrollado la entidad ha formado a un total de 45 personas.
Rivero explica que el objetivo es formar a los jóvenes para que puedan encontrar trabajo como cocineros o ayudantes de cocina en los establecimientos hosteleros de las zonas turísticas de Tenerife, así como en los gastrobares y restaurantes de tapas.
Los tres responsables de estas iniciativas coinciden en que “es gratificante ver cómo, tras realizar estos cursos, jóvenes que llevan dos o tres años en paro cuentan con la motivación y el conocimiento necesario para conseguir un puesto de trabajo”. Por su parte, José Juan Rivero destaca que “en el momento en el que los jóvenes logran empezar una nueva vida, todas las personas que trabajamos en Cáritas recordamos por qué la labor que desarrollamos con estos programas es tan importante”.