Los días 26 al 31 del mes de julio, los niños y niñas de la clase de Apoyo Escolar del proyecto Rajab de la Institución Teresiana en Jaén, tuvieron la oportunidad de participar en un Campamento intercultural en la pequeña población de Las Casillas de Martos y compartir risas, juegos y aventuras con otros 65 niños de localidades cercanas a Martos.
En el Campamento participaron en total 120 personas entre niños/as, monitores/as y colaboradores/as. De Rajab asistieron 17 niños/as, dos monitores y tres madres de apoyo a la cocina.
Estos días, dedicados a la naturaleza, cultura, interculturalidad e interreligiosidad, tradición popular…, estuvieron llenos de actividades en las que los chicos y chicas se hicieron protagonistas y disfrutaron a tope a la vez que reflexionaban sobre los valores del cuidado, diálogo en la diversidad, solidaridad, respeto,… Las actividades eran todas al aire libre, y organizadas con el fin de conocer algo más del entorno cultural de estos pueblos cercanos a Jaén, con abundantes restos de origen íbero, que motivaron la organización y puesta en marcha del Campamento y los talleres. Todos se agruparon en los distintas tribus: Galaicos, Astures, Lusitanos,…y guiados por sus monitores se formaron 9 grupos de entre 8 y 10 niños que pudieron aprender tradiciones del pueblo como el trabajo con el esparto, cerámica, talleres de jabones artesanales, fabricación de pan, meditación y aromaterapia…, todo ello impartido por los propios habitantes del pueblo.
El alma de este Campamento ha sido el párroco de Fuensanta y Martos, Jesús Castro, gran amigo de la Institución Teresiana, que nos invitó a dar pasos en la interculturalidad con la propuesta de participar en este Campamento. Había niños/as, monitores/as y ayudantes de cocina de Marruecos, Senegal, Sahara, Nigeria, Burkina, Camerún y lugares próximos a Martos (Jaén), compartiendo entre todos y todas sueños y esperanzas, alegría y fiesta.
Se vivieron días intensos. Uno de estos días caminamos hasta el cercano pantano del Víboras, donde fabricamos una balsa que hizo las delicias de pequeños y grandes al poder navegar por sus aguas utilizando objetos muy rudimentarios. Interesantes fueron también los días en los que los niños/as, por grupos, fueron interactuando con las personas del pueblo recibiendo información de cómo se vivía hace unos años en estas comunidades agrícolas y recogiendo pistas para seguir avanzando en el conocimiento del mundo Íbero. La última jornada tuvieron que “ganarse” el almuerzo ayudando a las personas del pueblo en diversas tareas y así, regaron plantas, limpiaron muebles, vendieron pan, recogieron basura…a cambio de atún pan, melones,…El almuerzo fue un divertido compartir entre todos/as. Lo “recolectado”, gracias al esfuerzo de cada grupo, supo mucho mejor que en otras ocasiones…
Ha sido un campamento donde los niños/as han sacado lo mejor de sí ejercitando sus potencialidades para poderlas compartir, siendo plenamente felices así. El trato con las gentes del pueblo, encantados con esta propuesta de colaboración, ha facilitado la convivencia e interculturalidad, ya que los chicos y chicas han aprendido a convivir y respetar a personas de distintas edades y de distintas culturas y religiones. También en cocina, se ha aprendido mucho de las costumbres culinarias de otros países y un día pudimos disfrutar de un delicioso Cus cus preparado por las tres mujeres musulmanas que nos acompañaban.
Seguimos viviendo de cerca la riqueza de la diversidad desde las distintas propuestas que el equipo Rajab va ofreciendo a los alumnos/as de nuestras clases en coordinación con el Ayuntamiento y las distintas Asociaciones y Parroquias de nuestro entorno.
Estamos convencidos de que la educación se encuentra hoy ante un desafío que es central para el futuro: hacer posible la convivencia entre las distintas expresiones culturales y promover un diálogo que favorezca una sociedad pacífica. Una sociedad de estas características pasa por descubrir la pluralidad de culturas en el propio contexto de vida, y ha de ayudarnos a superar los prejuicios viviendo y trabajando juntos, a educar “a través del otro” en la ciudadanía. Promover el encuentro entre distintos, ayuda a comprenderse recíprocamente, sin que esto suponga renunciar a la propia identidad. Al contrario, al hilo de los pequeños pasos que vamos dando va creciendo en nosotros la certeza de que la propia identidad se afianza y enriquece en la apertura a la diversidad.
Esperamos seguir en el camino.