Durante los días del 7 al 11 de julio se ha celebrado en Aracena (Huelva) el XXVI Encuentro Nacional de la Pastoral del sordo, con el lema «Testigos de la Misericordia».
¿Podríais imaginar cuántas? Más de 200 personas nada más y nada menos, de casi todas las pastorales del territorio nacional, en concreto, Cádiz, Málaga, Granada, Jaén, Valencia, Bilbao, Barcelona, Madrid, Santander, Tenerife y algunas otras más.
Hemos gozado de intensos momentos de oración, retiro espiritual, preparación al jubileo y la indulgencia, que pudimos ganar pasando por la puerta Santa de la Catedral de Huelva, eucaristías signadas, posibilidad de recibir el sacramento de la reconciliación, además, de varias conferencias muy interesantes:
Una de las charlas la impartió, Mons. D. José Vilaplana Blasco (Obispo de Huelva y responsable de la Pastoral del Sordo de la CEE), sobre el sacramento del Orden Sacerdotal.
Otra, sobre la encíclica del Papa Francisco «Laudato Si», fue pronunciada por el director del departamento de Pastoral del Sordo de la Conferencia Episcopal Española, D. Sergio Buiza Alcorta, en la que se destacó la importancia de aportar nuestro grano de arena en la lucha por mejorar el medio ambiente y frenar las graves consecuencias del mal uso que estamos haciendo de los recursos naturales.
Y cómo no, ¿se puede concebir el Año Jubilar de la Misericordia? Indudablemente, se trató sobre el significado del Año Jubilar, ya que participaríamos en el Jubileo cruzando la puerta Santa de la catedral de Huelva, realizada esta vez por D. Agustín Yanes Valer, (primer sacerdote sordo en España). Nos alentó a ser misericordiosos como el Padre, dar cariño y amor a los demás como Él y sensibilizarnos ante la situación actual de los sordos que viven entre nosotros, que en muchas ocasiones pasan desapercibidos. El mismo contó su experiencia y testimonio como sordo, las dificultades que tuvo hasta llegar a ser sacerdote, desde que sintió la llamada de Dios al sacerdocio pasarían más de dos décadas, ¡ahí es nada!, pues nadie creía en sus posibilidades para ello debido a su deficiencia auditiva. A todos nos emocionaron sus palabras de coraje y valor, fe en Dios y su lucha constante a lo largo de su vida y su indudable fortaleza.
El sábado día 9, en una de las parroquias de Aracena, Juanjo Santos Pulido, (sordo), recibió el sacramento del Orden Sacerdotal, fue un momento de especial emoción por lo que supone para la Iglesia, y en especial para la comunidad Sorda, un nuevo sacerdote, sensibilizado con las personas Sordas, ya que éstas, a menudo, se ven privadas de la atención pastoral, debido por un lado a su deficiencia, que aunque no se nota, está muy presente.
Tuvimos visitas turísticas, como el castillo de Aracena, donde pudimos disfrutar de maravillosas vistas desde sus altas torres, el Santuario de la Virgen de la Cinta, con preciosos jardines y fuentes donde se nos contó la historia de esta advocación tan singular y llena de ternura y cariño, el Monasterio de la Rábida de la orden Franciscana, conocimos la gruta de las maravillas, con la dificultad que suponía especialmente para los sordociegos… (Hay que reseñar la bondad de los intérpretes y colaboradores, incluso la ayuda mutua y hermandad entre todos los participantes, para que todos pudieran participar activamente…).
A destacar, también, como muy especial, la celebración de la primera misa del Padre Juanjo en el Santuario de la Virgen del Rocío. Continuando en la línea del encuentro, fue una celebración que emocionó a todos participantes, una eucaristía en la que él mismo se dirigió a lo largo de la celebración, en lengua de signos y castellano oral simultáneamente como signo de unidad de la Iglesia, indistintamente de las distintas capacidades de sus miembros.
Es muy difícil de poder contar tantas experiencias vividas, y tantas muestras de cariño por parte de Dios hacia los sordos y sordociegos, que muchos de ellas se hacían patentes a través del amor entre los participantes; por señalar, contar el regalo que un grupo de sordos y sordociegos nos quisieron hacer a todos los asistentes, para que todos pudiéramos participar en el canto de la salve a María, al final de la primera misa de Juanjo como sacerdote, un grupo de sordos y sorodociegos de Andalucía, signaron en (lengua de signos española) LSE, la Salve rociera a la Virgen que disfrutamos con entusiasmo y admiración.
Llegamos al lunes 11, final del encuentro, haciendo entre todos, un repaso y evaluación de lo vivido estos días intensos, en los que el encuentro seguro nos ha hecho crecer, aprender y acercarnos al Padre Misericordioso que nos reúne.
Dichosos fuimos los que pudimos compartir tantos regalos de Dios, sus bendiciones en el silencio y la paz que nos rodeaba, en las celebraciones, en las manos, en los gestos. ¿Cómo se comunicó Nuestro Señor con cada uno de nosotros? Ahí, nos habló el Señor a cada uno en la lengua que todos entendemos que es la del Amor. Hacer sentir a las personas sordas, en su interior y en su silencio, que no están solas, que Dios los ama y les habla al corazón como Padre Misericordioso y generoso en dones hacia sus hijos.
¿No fue en silencio, sin grandes estruendos donde nació un día entre nosotros y en silencio se quedó para siempre? En definitiva, ha sido para todos, una gran experiencia y alegría, pensando ya con ilusión en el próximo encuentro Nacional, y también en el Diocesano que tendremos en los días 14 – 16 de julio en la sierra de Segura.
Con grandes deseos de volver a vernos y de que esta familia sea cada vez mayor, esperamos que más personas quieran compartir su fe, caminando hacia adelante con la confianza, de que Dios, ante todo es, Padre.
Participantes de la Pastoral del Sordo de la Diócesis de Jaén
