
El 1 de diciembre celebramos la fiesta de san Carlos de Foucauld. Nacido en una familia noble, dilapidó su herencia viviendo una juventud disoluta. Luego ingresó en el ejército y se convirtió en un gran y reconocido explorador del norte de África.
A los 28 años, como el hijo pródigo, regresa a la fe y pide su ingreso en la Trapa, donde permanece varios años hasta que se siente llamado a una vida más austera. Se establece en el desierto del Sáhara, donde vive su vocación de vida oculta de Nazaret. Al servicio de los pobres, vivió entre los tuareg estudiando su lengua y su cultura. Su muerte prematura, de un disparo fortuito durante una emboscada, le impidió realizar su proyecto de fundar una congregación que compartiera su carisma; no obstante, una gran familia espiritual sigue sus pasos.
En Málaga esta familia está presente a través de diferentes entidades como la Fraternidad Secular, la Fraternidad Carlos de Foucauld, los Hermanos y Hermanitas de Jesús, la Fraternidad Sacerdotal, la Comunidad Ecuménica Horeb–Carlos de Foucauld, la Unión–Sodalicio Carlos de Foucauld y los Amigos del Desierto. Todos ellos celebrarán juntos la Eucaristía, el día de la fiesta de su padre espiritual a las 19.30 horas en la parroquia de las Flores.
Oración del abandono de san Carlos de Foucauld
Padre mío,
me abandono a Ti.
Haz de mí lo que quieras.
Lo que hagas de mí te lo agradezco,
estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo.
Con tal que tu voluntad se haga en mí
y en todas tus criaturas,
no deseo nada más, Dios mío.
Pongo mi vida en tus manos.
Te la doy, Dios mío,
con todo el amor de mi corazón,
porque te amo,
y porque para mí amarte es darme,
entregarme en tus manos sin medida,
con infinita confianza,
porque tú eres mi Padre.

