
«Migrantes, misioneros de esperanza» es el lema de la Jornada mundial del migrante y del refugiado, que este año se celebra el domingo 5 de octubre para hacerlo coincidir con el Jubileo de los migrantes en Roma.
En nuestra diócesis, la delegación de Migraciones ha impulsado diversas iniciativas en el marco de esta jornada. En este sentido, este viernes 3 de octubre, a las 20:00 h., en la plaza de la Candelaria, en Santa Cruz de Tenerife se llevará a cabo un Círculo de Silencio. Al mismo están invitadas todas las personas, creyentes y no creyentes, que de forma simbólica quieran mostrar su apoyo a la realidad de las personas migradas y refugiadas.
Asimismo, el domingo 5 de octubre, a las 17:00 h., en la Santa Iglesia Catedral se celebrará la Eucaristía y el Jubileo de las personas migradas.
Los obispos de La Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad Humana han invitado a poner de relieve que las personas migrantes son portadoras de esperanza en un doble sentido para las comunidades que los acogen. En primer lugar, son un ejemplo porque vienen con “la esperanza de conseguir la felicidad y el bienestar más allá de sus propios confines, que los lleva a confiarse totalmente en Dios». Los migrantes «nos muestran y enseñan el coraje de la vida desde la certeza de que Dios los acompaña en sus tribulaciones y duelo para alcanzar un futuro mejor”.
Por otra parte, los migrantes y refugiados son portadores de esperanza también porque «están revitalizando con su juventud, sus valores, su trabajo, sus vidas, sus familias, su fe, sus ideales, la realidad social y eclesial de nuestro país”.
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