
El pasado viernes, 20 de junio, la Casa de la Iglesia acogía el encuentro de fin de curso de la curia diocesana.
Poco después de las 10 de la mañana, se daban cita, en el salón de usos múltiples, muchos de los delegados episcopales y directores de Secretariados, en una reunión que presidió el Obispo de Jaén, Monseñor Chico Martínez. Para comenzar poniendo ante el Señor, en forma de oración, el trabajo de este curso, que dio inicio en septiembre del pasado año 2024.
A continuación, cada uno de los delegados presentes hizo balance de su trabajo a lo largo del curso, exponiendo a grandes rasgos los proyectos y actividades llevadas a cabo y lo que aún queda por hacer.
El Obispo animó a todos en su tarea, recordando que, junto con el Discipulado, eje transversal de este curso, el que viene vendrá marcado por la corresponsabilidad como base del trabajo pastoral 2025-2026.
Antes de concluir llegó desde el Vaticano la feliz noticia de la aprobación por parte del Papa León XIV de las dos causas de beatificación que declara a 124 hombres y mujeres de Jaén como mártires de esta Iglesia.

Después, ya en la Capilla, se llevó a cabo una oración con adoración al Santísimo Sacramento. Después de las lecturas y la reflexión, Don Sebastián Chico Martínez, tomó la palabra para, enmarcado en la semana del Corpus Christi, expresar, “ Al llegar al final de este curso pastoral, nos reunimos de nuevo ante el altar del Señor en esta oración, como familia eclesial que sirve y acompaña a la Iglesia de Jaén. Lo hacemos en el marco de la Semana de la Caridad, con el horizonte próximo de la gran solemnidad del Corpus Christi, fiesta del amor entregado y del Pan partido para la vida del mundo. ¡Qué hermoso y oportuno es clausurar nuestro trabajo anual volviendo a la fuente: a la Eucaristía, que da sentido a todo cuanto somos y hacemos!”
Del mismo modo, definió el curso que se acaba como: “exigente, intenso, lleno de iniciativas, encuentros, proyectos, reformas y tareas diarias, muchas veces silenciosas, discretas, pero profundamente evangélicas. Porque detrás de cada expediente tramitado, de cada línea escrita, de cada reunión coordinada, hay una vocación: servir a esta Iglesia diocesana, ser cauces de comunión y de caridad pastoral”.

El Prelado quiso, también, tener presentes a los mártires que acaban de ser beatificados por el Papa, “Queridos hermanos, no podemos clausurar este curso sin hacer memoria agradecida de un hecho que nos ha llenado hoy de una inmensa alegría y que marca un hito en la historia espiritual de nuestra Iglesia diocesana: el Papa León XIV ha firmado los decretos que reconocen el martirio de 124 hijos e hijas del Santo Reino, testigos valientes del Evangelio, y ha autorizado su beatificación, que celebraremos, Dios mediante, en nuestra Santa Iglesia Catedral antes de que finalice este Año Jubilar de la Esperanza.
Se trata de 109 sacerdotes, una religiosa y 14 laicos que, durante la persecución religiosa de los años 1936-1939, ofrecieron su vida por Cristo y por la Iglesia. Son el testimonio más elocuente de que la esperanza no muere cuando está anclada en la fidelidad al Evangelio. Como ya expresé al conocer la noticia: “Su sangre no fue en vano: es semilla de vida nueva, de fe renovada. Recordarlos no es mirar al pasado con tristeza, sino abrazar el futuro con valentía”.

Y quiso mirar al futuro junto a los miembros de la Curia, y ya de cara al próximo curso, “El nuevo curso nos abrirá nuevas etapas: la vivencia de la Corresponsabilidad pastoral, la celebración de la beatificación de los mártires, y el inicio de la Misión Mariana en preparación al 800 aniversario de la Virgen de la Cabeza. Todo eso será fecundo solo si lo vivimos con el corazón anclado en la Eucaristía, fuente y culmen de nuestra vida eclesial”. Para, concluir con un mensaje a los que forma parten del trabajo diario en la Iglesia del Santo Reino: “Queridos hermanos: nuestra Curia debe ser un Cenáculo y un lavatorio, un lugar de comunión y de servicio, un espacio donde se exprese la caridad pastoral del Obispo y de la Iglesia entera. Que, al clausurar este curso, no cerremos una carpeta, sino que abramos el alma a lo que el Señor quiera seguir haciendo con nosotros.
Con un aperitivo y un rato de convivencia se puso el punto y final a este curso, que bajo el signo de la esperanza y el convencimiento de ser discípulos ha transcurrido.
Galería fotográfica: «Fin de curso Curia 2024-2025»
The post La curia se reúne para cerrar el curso del discipulado y la esperanza first appeared on Diócesis de Jaén.