
Pilar Gallardo está terminando el primer curso del Máster en Teología Fundamental. Ha sido una de las personas que ha inaugurado estos estudios en Málaga, que oferta el Centro Superior de Estudios Teológicos San Pablo.
¿Qué le movió a matricularse en el Máster de Teología Fundamental?
No me lo pensé. Cuando supe que empezaba a impartirse en Málaga, y justamente esta especialidad, acababa de terminar mis estudios de Grado y me lancé. Tengo desde hace mucho la inquietud de seguir formándome y profundizando y por eso dije “sí”.
¿Cómo valora la experiencia del primer curso?
Es una experiencia única, está siendo muy motivador y enriquecedor. Lo estamos pasando muy bien. Es verdad que requiere esfuerzo y dedicación y que hay que hacer un poco de malabares para conciliar con el resto de tareas, pero es una experiencia muy positiva.
¿Lo que más valora de la metodología?
El compartir con los compañeros. Eso es lo que más me gusta. Profundizar en un tema juntos, compartir con unos y otros mí es lo que más me gusta.
¿Qué le aporta a su tarea pastoral como delegada diocesana?
Muchísimo. Me aporta muchos criterios para la acción pastoral, líneas prioritarias de trabajo y, también, actitudes. Esta especialidad, la Teología Fundamental, es la que más se aplica, a mi modo de ver, en mi tarea pastoral en la Delegación de Migraciones y de Pastoral Gitana. ¿Y en el futuro? Creo que, al final, es estar abierto al Espíritu, a lo que vaya diciendo, disponible a las tareas que vaya necesitando la Iglesia. Creo que, sea cual sea ese servicio, estos estudios tienen mucha utilidad. En la Iglesia actual, que está teniendo un proceso de reflexión importante, la formación es muy necesaria.