Hay que dar salida a los inmigrantes de Melilla
Las muertes que se acaban de producir en Ceuta, constituyen una pérdida irreparable de vidas jóvenes, que son sagradas, y un aviso de lo que puede acontecer en Melilla cualquier día. Estos hombres y mujeres, que han vivido momentos de desesperación para llegar hasta ahí, no se van a detener fácilmente por la altura de la valla ni por el número de personas que la custodian.
Si hay que empezar a tomar medidas a largo plazo para dar salida a la presión migratoria de los pueblos africanos, a corto plazo hay que buscar respuestas concretas a la situación que se ha creado, y no sería suficiente trasladar la responsabilidad al reino de Marruecos para que se haga cargo de los inmigrantes que malviven junto a su frontera con España. Hay que pensar en una comisión internacional, patrocinada por
Como Obispo de la Diócesis de Málaga, a la que pertenece la ciudad de Melilla, contemplo con gran preocupación y dolor la situación de los inmigrantes y también la de los miembros de la guardia civil y del ejército, por la delicada situación en la que se encuentran, pues frente a la desesperación de los inmigrantes sólo tienen el recurso de la fuerza que deberán emplear contra personas indefensas.
Pido a Dios que ilumine a los gobernantes para que emprendan medidas eficaces de cara a frenar la llegada de nuevos inmigrantes y a dar una salida humanitaria a esos centenares o tal vez miles que ya merodean por el lugar.
Málaga, 30 de septiembre de 2005
+ Antonio Dorado Soto
Obispo de Málaga