Un día antes del curso de formación sobre San Juan de Ávila, el Cardenal Müller ha presidido la misa dominical en la Catedral.
Esta mañana, el Cardenal Gerhard L. Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha presidio la santa misa en la Catedral con motivo de su llegada a la ciudad para participar en el Curso de formación sobre San Juan de Ávila que se impartirá los días 29 y 30 en el Obispado de Córdoba.
Al comenzar la eucaristía, el Obispo de Córdoba, don Demetrio Fernández, le ha dado la bienvenida y le ha presentado la historia del templo catedralicio que este año conmemora su 775 aniversario.
Posteriormente, en la homilía, el cardenal Müller ha expuesto que «cada uno es responsable de sus propios actos» y ha hablado del don de la libertad para elegir nuestro modo de actuar: «incluso en aquellos acontecimientos sobrevenidos como una enfermedad o una desgracia personal nos dejan un margen decisivo de libertad, pues ante ellos, podemos reaccionar con coraje y con desesperación, podemos perder la fe en Jesucristo o purificarla».
A continuación, ha hablado de la mentalidad del hombre posmoderno y ha indicado que muchas veces podemos pensar que «no necesitamos de la misericordia de Dios, ni un cambio importante en nuestras pobres vidas, como aquel que cuando reza no pide la conversión sino la conservación de aquello que configura su vida y la hace fácil». Finalmente ha invitado a no vivir un «cristianismo de rebajas y sin exigencias en la conversión», al mismo tiempo que ha afirmado que «sólo Cristo y su amor son los únicos que pueden hacer más llevadera la cruz de la enfermedad, de la pérdida del trabajo, de la soledad, de la viudedad, de la infidelidad o del fracaso matrimonial».