El más débil es el menos protegido, el más indefenso es el menos defendido y el más inocente es el condenado. El todavía no nacido es considerado basura con la ley en la mano, bajo la responsabilidad exclusiva de una niña de 16 años, aún sin permiso de sus padres… la misma que no es considerada suficientemente responsable sacar el permiso de circulación, votar en elecciones o comprar cerveza…
El disparate es impropio de un Tribunal Constitucional serio, al que, entre todos, le pagamos el sueldo… elevado.
A cuenta de ello, recuerdo que hace unos 15 años alguien propuso que los pasos de semana santa llevaran un lazo blanco en defensa de la vida; algún hermano mayor de entonces comentó:» no puede ser, porque en las cofradías hay gente de todos los partidos…». Entonces hasta el PP era antiabortista… Acaso aquí está el gran error capital. La vida y su valor absoluto no dependen de ideologías, leyes, partidos o religiones. La defensa de la vida no necesita ideologizarse, pero nos la han ideologizado. Han convertido el aborto en un posicionamiento político… y aquí está la base del error.
Par afirmar el valor absoluto de la vida basta con la razón natural. Julián Marías, una de las cabezas de la filosofía hispánica siglo XX, decía que» la mayor desgracia de la sociedad española era haber asumido la posibilidad del aborto como algo normal». Querido filósofo, hoy hay quien eleva a «derecho» el simple asesinato. La tiranía de Hitler o Stalin, vencen al declarar que tenemos derecho a eliminar a quienes nos estorban. Todos somos 007 con licencia para matar.
Queridos cofrades: la Red Madre o el Centro diocesano de Orientación Familiar, pueden y deben ser llamados a vuestras hermandades par multitud de charlas, coloquios y conferencias. Todo un potencial programa de actividades para el próximo curso???.
Manuel Amezcua Morillas
Delegado diocesano de Hermandades y Cofradías