El jueves 25 de agosto falleció en Guadix fray Manuel, uno de los Hermanos Fossores de la Misericordia, de la comunidad que esta congregación tiene en Guadix. El entierro ha tenido lugar en la mañana del viernes 26, en el cementerio de Guadix, que durante tanto tiempo ha cuidado. Su cuerpo ha sido velado en la capilla del cementerio, donde también se celebró su funeral, que estuvo presidido por el obispo de Guadix, Mons. Francisco Jesús Orozco.
Fray Manuel tenía 93 años de edad y llevaba como religioso de los Hermanos Fossores de la Misericordia nada menos que 66 años, la mayor parte de ellos en Guadix, cuidando el cementerio accitano y atendiendo pastoralmente a los que acuden al camposanto, familiares y amigos de los difuntos. Esta es la labor pastoral que realizan los hermanos fossores y por la que son tan queridos allí donde están, dado que las familias agradecen la cercanía, la acogida y el mensaje de esperanza que aportan estos religiosos en momentos de tanto sufrimiento.
La de hermano fossor es una vocación doblemente vocacional, tanto a la vida religiosa como a atender pastoralmente el cementerio. Quizá por ello no haya las vocaciones que se quisieran. En otros tiempos hubo comunidades de Hermanos Fossores de la Misericordia en Jerez de la Frontera, Huelva, Vitoria, Pamplona y Felanitx (Mallorca), pero ahora solo están en Logroño y en Guadix.
El ayuntamiento accitano ha expresado su pésame ante la pérdida de fray Manuel y el obispo de Guadix ha querido presidir las exequias, en las que ha estado acompañado por sacerdotes de la ciudad. Sin duda, una pérdida muy sentida que, a buen seguro, habrá servido en muchos para pedir vocaciones para esta orden religiosa que tanto bien hace.
Antonio Gómez
Delegado diocesano de MCS. Guadix
