La tarea de caminar juntos pasa necesariamente por el encuentro con el Sucesor de Pedro. Cuando nos encontramos embarcados en la fase diocesana de preparación al Sínodo que se ocupará de la sinodalidad, los obispos españoles llevamos a cabo la visita ad limina, un encuentro con el Papa que se realiza aproximadamente cada cinco años con un doble objetivo: presentar al Romano Pontífice una relación sobre la situación de la diócesis y venerar los sepulcros de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo. El Papa, en cuanto obispo de Roma y sucesor de san Pedro, es el principio y fundamento visible de unidad, tanto de los obispos como del conjunto de los fieles. La comunión de la Iglesia, que tiene su principio, medio y fin en la comunión de la Trinidad Santa, encuentra en el Sucesor de Pedro su fundamento visible. Por eso, no es posible vivir plenamente la alegría de la comunión eclesial sin la comunión visible con el Papa. O, dicho de otra forma: no es posible ser católico sin la adhesión cordial y efectiva al Papa.
El Romano Pontífice posee en la Iglesia la potestad plena, suprema y universal. Su misión no se circunscribe a la diócesis de Roma, sino que, desde ella, presidiendo en la caridad, se ocupa de todas y cada una de las diócesis del mundo. En la visita ad limina, con el informe sobre el estado de la diócesis, los obispos debemos acercar los fieles al Papa, para que los fieles perciban la cercanía del Papa. Aunque físicamente el obispo se presenta solo ante el Papa en compañía con los demás obispos, lo hace consciente de llevar ante el Sucesor de Pedro a los fieles que le han sido confiados. Del Papa esperamos recibir palabras y gestos de aliento que nos confirmen en la fe, fortalezcan los vínculos de caridad y ensanchen nuestra esperanza, para que todos nos sintamos miembros activos de la Iglesia, cada cual según su propia vocación, llamados a compartir con todos la alegría del evangelio. Por eso, la tarea de caminar juntos pasa necesariamente por el encuentro con el Sucesor de Pedro.
+ José Rico Pavés
Obispo de Asidonia-Jerez