La Campaña de Navidad 2021 que Cáritas acaba de poner en marcha invita a poner la mirada en “los miles de portales donde no hay mula ni buey, pero sí familias que no llegan a fin de mes”.
Con el lema “Esta Navidad, cada portal importa”, Cáritas lanza una llamada a la colaboración económica y a poner en práctica la generosidad con las personas en situación más precaria en una sociedad herida, mucho más pobre, frágil y vulnerable.
Tal y como se señala en los materiales preparados para esta campaña, “cada día nos damos de bruces con una realidad que queríamos vislumbrar diferente, como si fuera el espejismo de una nueva normalidad distinta y mejor, llena de fiesta, de color y de ensoñación”. A pesar de ello y como se constata en el último estudio de la Fundación FOESSA, “son ya 11 millones de personas las que se encuentran en una situación de exclusión social en España, 2,5 millones más que en el 2018”. Este deterioro va dejando una profunda huella de desesperanza y de incertidumbre con graves consecuencias para las condiciones de vida y los niveles de integración social de las personas y las familias.
Después de 20 meses de pandemia, estamos, como afirma Eva San Martín, responsable de la campaña de Cáritas, “a las puertas de una nueva Navidad que quiere abrirse camino más allá de nuestras ganas de luces y de fiesta, más allá de la Navidad del consumo y del bullicio que luego nos deja ebrios de rutinas y vacíos de sentido”.
“Nuestros días de duelo no han terminado –añade—, si pensamos que el desempleo y la precarización del mercado laboral reduce las posibilidades de acceder a un trabajo decente, estable y sostenible para garantizar el consumo, el acceso y mantenimiento a una vivienda, y los suministros domésticos. Hablamos de una situación que ya afecta al 24% de hogares en España”.
En Andalucía, sirva como ejemplo, Caritas atendió a 5.600 personas sin hogar durante el pasado año 2020, cuyo perfil responde en términos generales a un hombre español, soltero, de entre 36 y 60 años, con estudios primarios y que en casi la mitad de los casos lleva más de cinco años viviendo en la calle. Y en la Región de Murcia o en Canarias los datos son similares.
Por el flujo de trabajo que se ha vivido en las Cáritas diocesanas y parroquiales durante el año que termina, 2021 ha sido un año en el que las necesidades de los más vulnerables han crecido, a consecuencia de la pandemia que no se acaba, del alza de los costes de la vida, del crecimiento brutal de la energía, del empleo que no llega… En Cáritas se ha trabajado mucho en favor de los necesitados a lo largo del 2021 y quieren seguir haciéndolo en 2022, que tampoco se presenta fácil para las personas más vulnerables. Por eso reclaman nuestra ayuda.
Dios se hace presente
A pesar de todo esto, la Navidad llega como el tiempo favorable en el que Dios se hace presente en medio de nuestra historia para igualarse a nosotros como lo que somos, hombres y mujeres, humanidad y barro, fragilidad y posibilidad. Y al igual que Él se hizo presente en el pesebre de un portal a las afueras de una pequeña aldea, en medio de una sociedad convulsa y dividida, hoy también se hace presente en la vida de las personas que están sufriendo pobreza y desigualdad en las orillas de los caminos, en las víctimas de los discursos de odio, de trata y de abuso.
Hoy, al igual que hace más de 2000 años, Dios sigue naciendo en el corazón de cada persona y espera ser acogido en el pesebre de nuestras pobrezas y anhelos, en el portal de nuestras casas y de nuestros sueños. Sigue haciéndose presente en medio de las más de 250 millones de personas migrantes que cuestionan nuestras fronteras y nuestro modelo de sociedad globalizada, en la que todo está conectado, pero en la que los valores humanos y éticos se diluyen y la transforman en sociedad líquida, desvaída y fugaz.
Reconstruir una sociedad distinta
Esta Navidad nos trae una nueva oportunidad para dejar nacer lo mejor que somos y compartirlo con el resto de las personas para celebrar y agradecer, pero, también, para tener presentes y muy cerca a quienes no llegan a fin de mes ni saben si podrán reunirse y brindar por nuevas oportunidades.
Cáritas invita a dedicar esta Navidad a reconstruir una sociedad distinta, con sabor a fraternidad, en la que aprendamos a mirar a los demás como personas, dignas de los mismos derechos humanos y de la misma capacidad de amar y de ser amadas.
Interpelación personal
Para ello y ahora que comienza el Adviento, la Campaña de Navidad de Cáritas, además de hacer un llamamiento a la colaboración económica con las personas y familias en situación de mayor precariedad, nos lanza estas preguntas:
– ¿Qué puertas tengo que abrir para dejar entrar el amor y la esperanza a mi vida? ¿Quiénes están llamando hoy a mi puerta, a las puertas de los portales que frecuento, y qué me quieren decir? ¿Con quiénes estoy dispuesto a sentarme a cenar, a escuchar, a acompañar?
– ¿Cómo quiero dejarme alcanzar por ese Jesús del pesebre que hoy quiere encontrarse conmigo desde su ser de niño que es amor y ternura vacío de juicios y condiciones? ¿Cuáles son las señales que hoy nos están hablando de fragilidad, pequeñez, necesidad a nuestro alrededor y cómo puedo yo, nosotros, responder a ellas?
– ¿Cómo podemos ser buena noticia hoy para quienes no tienen empleo, o vivienda, o viven una vida precaria, sin esperanza, o con enfermedad? ¿Cómo podemos estrechar nuestras relaciones, hacer que los demás nos importen un poco más, y poner en práctica la generosidad de los pastores que acudieron al portal sin saber lo que iban a encontrar?
Captación de recursos
La Campaña de Navidad es, junto a la del Día de Caridad (Corpus Christi), una de las dos ocasiones del año en las que Cáritas lanza a toda la sociedad una invitación expresa a la colaboración económica para sostener el trabajo de lucha contra la pobreza que realizan las 70 Cáritas Diocesanas de todo el país.
La colaboración privada es uno de los pilares que permiten a Cáritas desarrollar su misión y ofrecer oportunidades de vida digna a millones de personas en situación de gran vulnerabilidad dentro y fuera de nuestro país. En el último ejercicio, Cáritas destinó más de 386 millones de euros para apoyar a 2,8 millones de personas con problemas crecientes de desempleo, ingresos, vivienda y salud mental. Este importante esfuerzo económico fue posible gracias a la generosidad de miles de socios, donantes y colaboradores privados, que aportaron más de 273 millones, lo que supone más del 70 por ciento del total de recursos invertidos.
Cáritas