La parroquia del Corpus Christi, en el barrio de Pedregalejo de Málaga, estrena retablo, una obra de arte que, además, traduce a un lenguaje catequético la centralidad de la Eucaristía en la vida de la comunidad que celebra la fe a sus pies.
Realizado en madera dorada, obra del Taller de Arte Religioso Salmerón en Socuéllanos (Ciudad Real), el retablo ha sido concebido como dosel adintelado de dos cuerpos y una única calle, conjugando arquitectura y escultura. En su centro, comprende un gran pedestal en el que se eleva un tabernáculo de mármol embellecido con dorados para contener la Sagrada Eucaristía.
Su cuerpo inferior está formado por un basamento rematado por una cornisa, decorado con casetones moldurados y cartelas con el monograma IHS. El cuerpo principal contiene, en su calle central la hornacina con la imagen del Cristo de la Misericordia de David Anaya, realizada en madera policromada en el año 2019. Este crucificado emerge, como explican desde la parroquia, «como un torrente de fuerza y nos indica que la Cruz de Cristo es causa y artífice del milagro de la presencia constante de Jesucristo entre nosotros». Está situado sobre un paño rojo con decoración geométrica y elementos vegetales y enmarcado con casetones ricamente decorados. La parte superior del conjunto sigue los cánones del arte clásico. En la parte central se sitúa cartela aludiendo al Sagrado Corazón de Jesús y sobre todo ello, esculturas policromadas de San Pedro y San Pablo».
Como explican, «este retablo tiene como primer orden de prioridades su expresión catequética y teológica. Su fin y su identidad residen en ofrecer a la vista del creyente una síntesis de la fe en la que cree, sirviéndose de imágenes y símbolos, pues la fe es «imperceptible a los ojos e indecible a los labios».
Junto al retablo, se incorporan al patrimonio del templo, haciendo crecer su valor catequético y artístico, cuatro hornacinas para las esculturas policromadas de San José con el Niño (S. XVIII), en el presbiterio, en el lado del Evangelio; y la que acogerá la futura imagen de María Santísima de la Expectación, en el lado de la Epístola. Las dos hornacinas restantes, a los pies de la iglesia, acogen al Inmaculado Corazón de María y el Corazón Eucarístico de Jesucristo.