Los Reales Alcázares de Sevilla acogieron durante el puente de la Inmaculada una nueva edición, la trigésimo séptima, de la muestra anual de dulces de conventos de clausura de la Archidiócesis de Sevilla.
El estreno de esta iniciativa a favor del sostenimiento de las comunidades de vida contemplativa fue el año 1985. Entonces se celebró en el Instituto Francés, con una modesta representación de conventos. Entre 1986 y 1999 se optó por el salón Santo Tomás del Arzobispado, en 2000 tuvo como sede el atrio de la Catedral, para pasar al año siguiente al lugar de celebración actual, el Salón Gótico de los Reales Alcázares.
Karen Mendoza entrevista a dos religiosas y a una de las voluntarias que participaron de la muestra.