Carta del Obispo de Cádiz y Ceuta con motivo de la Jornada Nacional de Manos Unidas, que se celebra el 8 de febrero de 2015.
El próximo domingo 8 de febrero, se celebra en toda España la Jornada Nacional de Manos Unidas.
Una vez más se nos da la oportunidad de sumarnos personalmente a una lucha eficaz y fiable contra esa pobreza lacerante que a todos nos abruma y excede, la desigualdad más temible ante la que nos sentimos angustiados e impotentes. Sin embargo, Manos Unidas ayuda a los lugares más desfavorecidos del planeta, apoya más de 1.000 proyectos en más de 60 países, y nos recuerda durante 12 meses que la lucha contra la pobreza es una tarea de las naciones, pero, también, de cada una de las personas que formamos parte de nuestro mundo. Por esta razón invita a toda la sociedad a unirse a esta lucha contra la pobreza y con el lema de este año nos lanza a todos una pregunta directa que es al tiempo una invitación: «Luchamos contra la pobreza ¿te apuntas?»
Ciertamente debemos actuar y con Manos Unidas encontramos el modo de hacerlo con eficacia, solvencia fiable y generosidad. Esta ONG de Desarrollo de la Iglesia Católica está cerca de nosotros, en nuestra casa, formada por voluntarios dedicados y competentes. Conocemos sus proyectos de cerca y nos abren sus puertas para que entremos con un corazón universal a conocer las mayores necesidades del mundo y las acciones que se promueven para solventarlas. Todos tenemos nuestro lugar en esta contribución necesaria, nadie puede inhibirse en aportar soluciones a las grandes carencias. Cuentan con nosotros.
Manos Unidas invita a cada persona a unirse, el viernes 6 de febrero, al Día del Ayuno Voluntario, haciendo ese día este gesto especial en solidaridad con los 805 millones de personas que sufren el hambre, cada día, en el mundo (11,5% de la población según FAO) y, si lo desean, donando ese dinero a la organización, por los canales habituales o entregándolo en la colecta que se realizará el domingo 8 de febrero, Jornada Nacional de Manos Unidas, en todas las parroquias de España.
Os invito a reflexionar y a orar abriendo el corazón a la compasión, que caracteriza lo más humano de las personas y lo más cristiano de los bautizados.
Agradezco a Manos Unidas su servicio que nos da la posibilidad de compartir y llegar a tantas personas y lugares apartados. Pero, sobre todo, os animo a colaborar con generosidad para que, de nuevo, nuestro amor desprendido haga llegar su caricia a los lugares más lejanos y auxilie a quienes aquí padecen la desigualdad y el desamor.
+Rafael, Obispo de Cádiz y Ceuta