“Hablar del Corpus Christi en Baeza, es hablar de la gloria de Dios, es hablar del cielo”. Con estas palabras, el Consiliario diocesano de la Adoración Nocturna, D. Manuel Peláez Juárez, comenzaba su homilía en la vigilia del Corpus Christi, que se celebró en la noche del sábado 5 de junio en el templo mayor de la ciudad y que sirvió como preámbulo a la Solemnidad del Corpus Christi, reuniéndose los adoradores en torno a Jesús Sacramentado hasta la madrugada de un nuevo día del Señor.
Este año, fue una madrugada de vísperas callada, sin bullicio por las calles ni guardianes en los portales y zaguanes, pero si vibraban los corazones de las gentes de esta ciudad en la amanecida del día del Señor, que con el son de la diana floreada y destellos de luz, anunciaban a la humanidad, que Baeza, es y será ciudad del Corpus Christi.
Los cohetes quisieron ser tímidos, pero no les quedó más remedio que sumarse al jubilo de las campanas para anunciar la gloria de Dios, en una ciudad, que engalanó sus balcones, fachadas, escaparates y el centro histórico con pendones y banderolas, partiendo desde la casa donde Gaspar Núñez de Castro realizara la magna custodia procesional hasta la S.I. Catedral de la Natividad, una alfombra de juncia y romero que inundó la mañana de aromas y añoranzas.
La Solemne Fiesta Mayor, tendría lugar a las 11.30 horas en la S.I. Catedral de la Natividad de Nuestra Señora, presidiendo dicha solemnidad D. Francisco Juan Martínez Rojas, Vicario General de la Diócesis y Deán de las Catedrales de Baeza y Jaén, concelebrando D. Julián Moreno y D. Antonio Viedma.
Durante la homilía, Martínez Rojas, señaló que “XX siglos después de fe cristiana, no podemos dudar que la Eucaristía es el fascinante corazón de la vida de fe del pueblo de Dios. La Eucaristía, no es sino la actualización renovada, incansable, eterna, de ese gesto de amor por el que Cristo se ofrece para la salvación de la humanidad”. En la misma línea, apuntó que “en el cuerpo de Cristo inmolado sacramentalmente de manera infinita, se revela y se hace presente en el hoy de nuestra historia, Jesucristo como el único sentido que puede tener la vida del hombre”.
La capilla musical, corrió a cargo de trío “Spes Nostra”, solemnizando el Santo Sacrificio de la Misa, al cual asistieron las autoridades civiles, políticas, militares y religiosas de la ciudad, no faltando a esta cita los movimientos eucarísticos de Baeza y el cuerpo de caballeros horquilleros del Santísimo Sacramento.
Se prolongó la celebración de la Santa Misa, con la procesión de Jesús Sacramentado en su magna custodia por las naves y claustros, reviviéndose así en el interior del templo momentos de devoción y fervor. Cantos eucarísticos, rodillas al suelo, pétalos y altares al paso del Amor de los Amores, siendo una estampa poco habitual, el contemplar a Jesús en su custodia con la luz de la mañana en los claustros. Finalizó la celebración con la bendición de S.D.M. desde el altar mayor, extendiéndose estos cultos en honor a Jesús Sacramentado hasta el próximo domingo, donde cada tarde, se celebrará la octava del Corpus Christi.
José García Checa
Baeza