La tarde del martes finalizaba la Visita Pastoral que el Obispo ha realizado a la isla de El Hierro. Entre el 8 y el 18 de mayo, el prelado nivariense ha podido acercarse a la vida y realidad pastoral de la isla del meridiano. En este sentido, celebró la eucaristía en las 8 parroquias existentes, en una de las cuales presidió la Misa de la llamada Primera Comunión, pudo encontrarse y dialogar con los agentes de pastoral, enfermos, responsables públicos, madres y padres, alumnos de Enseñanza Religiosa, sanitarios, personas mayores, personal de la Salvamar, catequizandos, y con cuantos quisieron participar en las distintas iniciativas planteadas.
La Visita fue preparada por el clero con servicio en la Isla y el consejo arciprestal. Fue precedida de un informe presentado al obispo y a la vicaría general con los datos actualizados de la vida socio-pastoral de los lugares en los que posteriormente se hace presente el pastor diocesano. Bernardo Álvarez ha mostrado su satisfacción por la oportunidad de pasar un tiempo más largo y reposado con las personas acompañando el devenir de la iglesia que vive y peregrina en la isla del meridiano.
La última Visita Pastoral la había realizado Bernardo Álvarez en 2013.
La iniciativa constituye una oportunidad para reanimar y, si es necesario, revitalizar las energías de las personas corresponsables en la obra evangelizadora de la Iglesia en sus distintos campos de acción. Es una oportunidad para agradecerles el trabajo y, también, para animarlos y consolarlos ante las dificultades y obstáculos. Asimismo, es una oportunidad para examinar el funcionamiento y la eficiencia de las iniciativas destinadas al servicio pastoral.
En suma, se trata de una acción apostólica que el obispo debe cumplir animado por la caridad pastoral, que lo presenta como principio y fundamento visible de la unidad y la comunión en la Iglesia particular. Para las comunidades e instituciones que la reciben, la visita ha de ser un evento de gracia y alegría que trata de hacer cercana la presencia de Jesucristo, el buen pastor.