El pasado viernes se celebró en la Parroquia de San Sebastián, en Sevilla, un emotivo acto en el que se homenajeó a Sixto Martín, director de Cáritas parroquial y miembro destacado de esa comunidad parroquial, a quien se le hizo entrega de la Medalla Pro Ecclesia Hispalense. El encargado de entregar la medalla fue el Administrador apostólico, monseñor Juan José Asenjo, que tuvo palabras de cariño hacia el homenajeado, a quien agradeció su disponibilidad y entrega en todo momento, tanto en las tareas derivadas de su responsabilidad en Cáritas como en otras facetas de su vinculación con esta parroquia del barrio del Porvenir.
Mons. Asenjo comenzó su intervención recordando la razón de ser de esta medalla, con la que se quiere tener un reconocimiento hacia esos laicos que han dedicado sus vidas a la Iglesia allí donde ha sido necesario. El caso de Sixto Martín es parecido al de otras personas que han recibido esta medalla con anterioridad, y que han resultado indispensables para que la acción de la Iglesia se hiciera patente en numerosos ámbitos de la Iglesia y la sociedad sevillanas.
El párroco, Isacio Siguero, glosó la vida y trayectoria parroquial del homenajeado, y destacó que “la concesión de esta medalla por nuestro querido don Juan José ha llenado de alegría a toda la parroquia y en particular, a todo el equipo de Cáritas de San Sebastián”. Tras recibir la medalla, Sixto Martín no escatimó palabras de agradecimiento hacia el Administrador apostólico, el párroco y los representantes de los grupos y movimientos con presencia en la parroquia que se dieron cita en este emotivo acto. De forma especial, se refirió a sus compañeros en la Cáritas parroquial, así como a las personas que se han atendido desde este flanco social de la acción parroquial, “en los que tenemos que ver al mismo Jesucristo”, refirió.
Regalo a monseñor Asenjo
Al término de acto, el párroco agradeció a monseñor Asenjo su vinculación con la parroquia los años que ha dirigido la Archidiócesis hispalense, y le hizo entrega de un copón gótico como signo de gratitud de toda la comunidad parroquial. Monseñor Asenjo agradeció el detalle y reveló que tenía ya un destino: el sagrario de la pequeña capilla en su nueva vivienda.
Galería fotográfica del acto.