El pasado domingo se revivió en Alcalá de Guadaira un acto singular, que hacía 188 años que no se daba en esta localidad de la comarca de Los Alcores: la bendición con el Santo Lignum Crucis.
El motivo de este largo paréntesis de casi dos siglos es que desde 1833 no ha habido otra reliquia de la Santa Cruz en Alcalá. Y ha sido la Archicofradía de Adoración Nocturna al Santísimo Sacramento la que se ha movilizado para recibir una astilla del Sagrado Madero, que llegó a Alcalá el pasado Miércoles Santo.
Al Santo Lignum Crucis se le tributa el culto máximo de latría (reservado solo a Dios) en grado relativo. El Cuarteto Vocal Réquiem Aeternam contribuyó a solemnizar aún más el acto, en el que cantaron, entre otras piezas, el Himno a la Vera Cruz.
La ostensión de la reliquia tuvo lugar durante la Misa de nueve y media de la mañana en el Monasterio de Santa Clara, procediéndose al final de la misma a la bendición a la ciudad con el Santo Lignum Crucis.