El obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, ha celebrado la festividad de San Pelagio en el Seminario Mayor.
Monseñor Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, ha presidido una eucaristía de rito hispano-mozárabe, en la capilla del Seminario Mayor, en la festividad de San Pelagio, martirizado con catorce años durante el califato de Abderramán III. El prelado ha recordado que todos los seminarios de la Diócesis están “bajo el mismo paraguas de San Pelagio”. Coincidiendo con esta festividad son muchos los sacerdotes diocesanos que celebran el aniversario de su ordenación, este año de manera especial Gaspar Bustos al cumplir sesenta y cinco años como sacerdote.
Durante su alocución el Pastor de la Diócesis quiso dar gracias a Dios al finalizar el curso, un poco “accidentado” pero ha sido un “tiempo de Dios y de gracia”. Invitó a quedarse con lo mejor de la situación y a mirar el futuro con esperanza, confiando en el Señor más que nunca, “Él no nos defraudará”. La vida es un don que Dios te da cada día por la que hay que dar gracias y hay que tener esperanza en la vida eterna, decía monseñor Demetrio Fernández, continuando que San Pelagio “nos hace entender los bienes del cielo por los cuales uno es capaz de jugarse los bienes de la tierra”. No nos juguemos el cielo por cualquier bien de la tierra.
El Obispo terminó su homilía animando a los seminaristas a vivir el tiempo de vacaciones en la presencia del Señor y dando gracias a Dios.
