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A sacerdotes y diáconos

El Obispo y su Consejo Episcopal han dirigido una carta a los sacerdotes y diáconos en la que les agradecen su labor y les invitan a seguir buscando formas creativas de hacer frente a la situación provocada por el Covid-19.

Con motivo de la pandemia el Sr. Obispo de Málaga, D. Jesús Catalá, ha dirigido varias Notas y Comunicaciones a los sacerdotes, para ofrecerles criterios de actuación respecto a su tarea pastoral en este difícil tiempo que estamos viviendo.

Ahora se ha dirigido a los sacerdotes y a los diáconos con una carta, que firman también sus Vicarios episcopales, donde abordan diversas cuestiones, les agradecen los buenos servicios que prestan a los fieles y les animan a seguir viviendo este tiempo de pandemia desde la generosidad y la entrega gozosa en el ministerio

Siguiendo al papa Francisco considera que una “crisis” debe ser tomada como una “oportunidad”; tanto de atención a las comunidades cristianas, que sirven como Jesucristo, único y Buen Pastor, como de renovación de la consagración al Señor y de anuncio el Evangelio.

En este tiempo los cauces de participación de los diversos consejos e instituciones diocesanas siguen abiertos y activos, viviendo la colegialidad y el trabajo de conjunto. Los Arciprestes mantienen encuentros “on line” con los sacerdotes de sus arciprestazgos. Y el propio Obispo está manteniendo encuentros con los arciprestes y con los sacerdotes por video-conferencia.

En la carta trata sobre algunas cuestiones que preocupan a los sacerdotes y a los fieles, como son la celebración de las llamadas «primeras comuniones» y otros sacramentos, animando a que la participación en la Eucaristía de los niños en edad catequética sea de manera personalizada durante todo el año litúrgico.

El Obispo anima a trabajar, como dijo en su carta pastoral “Remando juntos” (2017), en una pastoral de conjunto y de corresponsabilidad; y a tener creatividad tanto en el campo pastoral como en la necesidad de recursos económicos, para afrontar las peticiones de gente necesitada y para que las parroquias puedan funcionar.

Como despedida el Obispo y su Consejo episcopal piden al Señor en este tiempo de Pascua que nos resucite y nos conceda, por medio del Espíritu Santo, los dones pascuales de la alegría y la paz, encomendándose a la protección de nuestra Patrona, Santa María de la Victoria.

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