José Alberto Sánchez y Elena Silva son padres de tres hijos y pertenecen a la parroquia Santa Marina de Aguas Santas en Villafranca de Córdoba.
¿Cuáles son los pilares de vuestra convivencia familiar?
Las tres palabras que nos enseñó el Papa Francisco, Permiso, Perdón y Gracias. Creemos que son una manera práctica de poner amor del bueno en todo lo que hacemos, de enseñar respeto, de comunicarnos y enseñar a comunicar. Si entre el matrimonio existen y se comparten con los hijos, la convivencia familiar, con sus baches, va sobre ruedas.
¿Qué resulta más complicado en la educación de los hijos en este momento social?
Nosotros creemos que para educar se necesita una “tribu”, y para educar bien una “buena tribu”, así lo hemos aprendido. El problema es encontrar esa “buena tribu” en todos los aspectos en los que nuestros hijos se mueven. La sociedad esta ahí, y en ella tenemos que vivir, y explicarles que, todo no vale, es muy complicado
¿Qué instrumentos tiene la familia de hoy para manifestarse cristiana?
Desde que ponemos un pie en la calle, con nuestras palabras y actos ya estamos manifestando qué somos, así que es muy necesario que cuidemos mucho nuestra coherencia en todos los aspectos, en todos los ambientes y en cualquier momento. Siempre hemos creído que el ser cristiano, no es una chaqueta de quita y pon, sino una manera de vivir, así que intentando vivir de manera coherente en el día a día, nos manifestamos como cristianos, aún sin darnos cuenta.
La transmisión de la fe a los hijos es un reto para todos, ¿cómo lo hacéis vosotros?
Compartiendo con ellos momentos y experiencias de fe. Que ellos también tengan su espacio donde crecer, donde llenarse, donde aprender a acercarse más al Señor, que es lo que buscamos nosotros cuando vamos a una catequesis o a un retiro. Que no sean ajenos a nuestra vida de fe. Y luego en casa, con pequeños detalles que ellos van convirtiendo en rutina, ofrecer el día al Señor, rezar por quien lo necesita, bendecir la mesa, rezar por la noche… detalles que hacen de Jesús, su amigo.
¿Cuál es vuestra parroquia?, habladnos de vuestra vida en comunidad.
Nuestra parroquia es Santa Marina de Aguas Santas en Villafranca de Córdoba. Nosotros vivimos en Villafranca pero ninguno de los dos somos de aquí, y para nosotros, nuestra comunidad parroquial, realmente es como nuestra familia. Nos ayuda a llegar donde nosotros no llegamos. Con tres niños pequeños, y horarios de trabajo muy complicados, nunca nos hemos sentido solos, siempre están ahí. También son los que nos ayudan y nos acercan al Señor, los que nos corrigen cuando hace falta, somos una familia de familias, parte de la “buena tribu” que nos regala el Señor, porque sentimos que son un regalo del Dios y nosotros unos privilegiados por vivir aquí.
¿Cómo imagináis la Iglesia del futuro?
Nos la imaginamos en pequeñas comunidades, pero muy fieles. Creemos que cada día está menos de moda ser cristiano, y que cada día es menos común, pero que los cristianos tenemos que ser más auténticos, más fieles, y así nos mantendremos unidos a Cristo. Nos encanta el termino, “minorías creativas”, y pensamos que cada vez más, seremos eso, una minoría, pero con ganas de cambiar el mundo desde el Amor de Dios.
Fecha y lugar del matrimonio: 10/10/2009; en la capilla del colegio Santa Victoria.
Número de hijos y edades: María de Nazareth, 9 años; Álvaro, 6 años; Juan Pablo, 2 años.
Un momento de vuestra historia familiar: El nacimiento de Nazareth con una hernia diafragmática, nos enseñó muchísimo, y estudiar el máster en pastoral familiar por el Instituto Juan Pablo II, ha marcado un antes y un después en nuestra concepción de familia.
Una actividad que comparte la familia en su tiempo libre: Jugar a juegos de mesa y salir con las bicis.
Qué cosas no dejáis de hacer juntos cada día: Por horarios de trabajo, es difícil que estemos todos juntos, un rato al día, pero no dejamos de rezar todos los días los unos por otros.
Qué lugar ocupan los abuelos en casa: Fundamental, tenemos el privilegio de tener a los cuatro abuelos, y aunque nos falta tiempo en ocasiones para verlos tanto como ellos querrían, y además están lejillos, siempre están presente en nuestra vida y en la de nuestros hijos. Ellos los adoran a los cuatro.
¿Rezáis por algún sacerdote?: Por muchísimos, somos un poco torpes, entonces el Señor nos ha mandado grandes sacerdotes en cada momento de nuestra vida para que no nos alejemos de Él, y nuestra manera de agradecerlo es rezando por esos curas que nos acercaron y nos acercan a Dios. Pero de manera especial rezamos con los niños por Eugenio (nuestro párroco) por el “tito” Juan; (Juan Laguna) y por el “tito” Patri (Patricio Ruiz).