El número de beneficiarios ha disminuido por primera vez en la última década La Federación apuesta por la reinserción laboral. El número de voluntarios permanentes asciende a 560
La Federación de Bancos de Alimentos de Andalucía, Ceuta y Melilla y la Universidad de Loyola de Andalucía lanzan un mensaje optimista a través del Informe Anual de Bancos de Alimentos de Andalucía, Ceuta y Melilla sobre la pobreza alimentaria. Los datos de 2015 reflejan una mejora en la economía de las familias, disminuyendo el número de beneficiarios por primera vez en la última década.
El informe anual ha sido presentado en un acto en la sede de la Caja Rural del Sur, en el que comparecieron, el director de la Fundación Caja Rural del Sur, D. Guillermo Téllez Vázquez; el presidente de la Federación de Bancos de Alimentos de Andalucía, Ceuta y Melilla, D. Juan Pedro Álvarez Giménez; el adjunto al Rector de la Universidad Loyola Andalucía, D. Francisco Pérez Fresquet; y la jefa de servicio de la Dirección General de la Infancia y Familia de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social, Ana Reyes López Hernández. Este informe muestra el incremento de la actividad de los bancos de alimentos, el crecimiento de la generosidad de las entidades que aportan su ayuda, y el aumento, en determinadas zonas, de los aportes de ayuda por beneficiario.
En el año 2015 hay que destacar que el número de kilogramos repartidos por persona y año aumenta en un 23%, llevando ya tres años consecutivos que ha crecido el número de kilogramos repartidos. De este modo, el paro registrado ha mejorado respecto a 2014, pero los valores reflejados son todavía altos en relación con la media nacional. El salario medio en Andalucía supera ligeramente los 15.000 €, frente a 18.420 € de media nacional.
Asimismo, el número de voluntarios permanentes asciende a 560 y las infraestructuras de los Bancos de Alimentos, medidas en m2 de almacén y maquinaria para realizar las actividades, han aumentado como consecuencia de una importante ayuda recibida en 2015 de la Fundación Amancio Ortega.
De este modo, destaca el proyecto paralelo que está llevando a cabo la Federación de Bancos de Alimentos junto al reparto y ayudas a las familias más desfavorecidas, la reinserción laboral de personas en situación de exclusión social. Juan Pedro Álvarez, presidente de la Federación señaló “la importancia de ayudar a estas personas a reinsertarlas en la sociedad. A través de los bancos de alimentos reciben cursos de formación de logística de almacén, manipulación de alimentos, manejo de maquinaria, etc., y realizan prácticas en las empresas que colaboran conjuntamente con la Federación”.
El banco de alimentos de Málaga, gracias a un proyecto del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, proveniente de los Fondos Europeos, ha podido contratar a 100 personas en dos años. Este mismo proyecto se va a poner en marcha a partir de enero de 2017 en el banco de alimentos de Sevilla y el objetivo es que se extienda al resto de bancos de alimentos de Andalucía, Ceuta y Melilla. “Siempre serán personas con discapacidades o con riesgo de exclusión social, que son las personas que tenemos contratadas actualmente y las que más lo necesitan”, destacaba, Juan Pedro Álvarez.
Por su parte, Francisco Pérez, adjunto al Rector de la Universidad de Loyola, afirmaba que “aunque es cierto que los datos arrojan una mejora en la economía de las familias, la situación cada vez es peor por la gran desigualdad social que existe”, señalando las zonas de Cádiz y Algeciras como las más preocupantes y con más dificultades sociales. Asimismo, destacaba “la importancia que tiene el trabajar conjuntamente instituciones públicas y privadas, con ánimo de lucro y sin ánimo de lucro para poder cambiar esta situación, ya que Andalucía es la segunda Comunidad con mayor tasa de paro de España.
Por último, Ana Reyes López, jefa de servicio de la Dirección General de la Infancia y Familia de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social, destacó “la gran satisfacción de saber que todos los esfuerzos que se están haciendo están dando sus frutos y que se debe seguir trabajando como hasta ahora, todas las empresas públicas y privadas conjuntamente y en la misma dirección”.