Gabriel Pérez: “La Universidad Loyola está llamada a ser agente de transformación social”

La Universidad Loyola Andalucía ha celebrado hoy el acto de apertura del curso 2018/2019, el sexto de la Universidad, que se ha desarrollado en el Parque de Innovación y Desarrollo Dehesa de Valme en Dos Hermanas, y que ha estado presidido por el Provincial de España de la Compañía de Jesús y Canciller de la Universidad Loyola Andalucía, Antonio España SJ.

Un acto al que han asistido junto a la comunidad universitaria, el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano; el director general de Innovación y Transferencia del Conocimiento, Manuel García; así como otras autoridades académicas, civiles y militares y representantes de organizaciones empresariales.

El acto se inició con la celebración de la Eucaristía, presidida por el Arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, y concelebrada con el Provincial de España y los jesuitas Ildefonso Camacho, Guillermo Rodríguez-Izquierdo; José Juan Romero y José María Valverde.

Tras finalizar la misma, prosiguió el acto académico con el informe del secretario general Pedro Pablo Pérez; la lección magistral a cargo de Pedro Caldentey, director del departamento de Economía; el discurso del Rector, Gabriel Pérez Alcalá, y finalizó con el discurso del Provincial de España de la Compañía de Jesús, Antonio España, dando por inaugurado el curso académico.

La Universidad, agente de transformación social

En su discurso, el rector de la Universidad Loyola, se refirió al nuevo marco “en el que vamos a desarrollar nuestra labor las universidades de la Compañía de Jesús” a partir de la creación el pasado mes de julio de la International Association of Jesuit Universities (IAJU). En este sentido, Pérez Alcalá indicó cómo la creación de esta asociación internacional de universidades posibilita, por un lado, la visibilización de una red de dimensión mundial, “pues abarca a más de 200 centros universitarios de cinco continentes, y casi un millón de estudiantes en todas las ramas del saber, y las posibilidades que esta red abre”. Y por otro, y en una lectura más profunda, significa, según ha expresado el rector, “una nueva misión para nuestra universidad, llamada a ser agente de transformación social en nuestro entorno y, haciéndolo con otros, con la red de Universidades que formamos, ser agentes de transformación del mundo”.

Asimismo, el rector de Loyola Andalucía ha recordado el llamamiento del Padre General de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa, que pidió a las universidades no sólo generar pensamiento a través de la investigación y transmitirlo a los estudiantes y a la sociedad, sino hacerlo de forma significativa “en los problemas que aquejan al ser humano y comprometen el futuro de la Humanidad”. En definitiva, “si cumplimos esta tarea y, al mismo tiempo, lo hacemos juntos trabajando en red, seremos agentes efectivos de la transformación del mundo”, afirmó el rector.

Igualmente, Gabriel Pérez Alcalá, recordó que a las universidades jesuitas también se les pide “ser agentes sociales, ser instituciones sociales que articulen la sociedad en la que viven: siendo espacios de libertad, de pluralidad, de compromiso. Pero también actuando como voz de los sin voz, partícipes del debate público de los problemas mundiales, visibilizando y denunciando los problemas de injusticia y de insostenibilidad del mundo, siendo activos en la plaza pública en defensa de los valores humanistas y evangélicos”.

El rector también ha querido solidarizarse “con unas universidades muy cercanas a nosotros que están viviendo unas situaciones de emergencia por ser agentes de transformación social y dar testimonio. Y me refiero a las Universidades venezolanas Andrés Bello y del Táchira y, con mayor gravedad, la Universidad Centroamericana de Nicaragua, cuyo rector, nuestro buen amigo Chepe Idiáquez está amenazado y tienen a un grupo de estudiantes encarcelados”.

Identidad, misión y comunidad

Por su parte, el Provincial de la Compañía de Jesús en España, Antonio España, en la intervención de la que ha sido su primera visita oficial a la Universidad Loyola, ha querido agradecer el empeño desarrollado por la Universidad en estos años de puesta en marcha del proyecto, “para presentar ante la sociedad andaluza una oferta universitaria de iniciativa social, de carácter cristiano y jesuita, donde esta universidad se constituye como un medio abierto hacia el pluralismo y la diversidad”.

Asimismo, ha destacado la juventud y la flexibilidad de Loyola Andalucía, que les permite partir “de una situación privilegiada, pues puede ser algo más rápida ante la aceleración del cambio social y tecnológico que vivimos, así como su respuesta a las necesidades de la sociedad andaluza”.

Por otro lado, ha emplazado a la Universidad a asumir el reto de integrar en su actividad tres dimensiones fundamentales, al hilo de lo propuesto en la Congregación General 35: la identidad jesuita; la misión, para acudir a donde se hacen las grandes preguntas de nuestro tiempo y formar a personas como agentes de transformación social; y la comunidad, para crecer en una mayor integración entre centros jesuitas.

Lección inaugural

El profesor Pedro Caldentey, director del Departamento de Economía de la Universidad Loyola Andalucía, ha hablado durante su intervención de la crisis del multilateralismo y de la globalización, pero también del regionalismo, debido a “la crisis de los mega acuerdos de libre comercio, el neoproteccionismo de algunos países, sobre todo EEUU; la crisis del regionalismo latinoamericano y la crisis de la UE.

En relación a la dimensión europea de la crisis, aunque ha reconocido que no es la primera vez que la UE está en crisis, sí ha reconocido que esta vez “es diferente, no parece reproducir el patrón de otras en la historia de la Unión Europea”. Según Caldentey, la crisis se ha manifestado en varios frentes: el Brexit, los refugiados –en la que ha calificado como “decepcionante” la reacción de la UE y sus estados miembros- y el fracaso de las políticas de austeridad y la crisis del euro.

¿Qué hacer con la UE? ha sido una de las preguntas que ha abordado en su intervención. Para Caldentey “la agenda de futuro debería evitar la tentación de dar marcha atrás, pero tiene que reinventarse a partir de la respuesta a las necesidades de la Europa del siglo XXI. Recuperar las raíces de la UE, encontrando un proyecto común, desarrollado en conjunto a partir del juego de suma positiva de sus intereses combinados, permitiendo que los Estados miembro amparen a sus ciudadanos tras la crisis, garantizando una prosperidad inclusiva”.

Finalmente, ha señalado como hitos que van a marcar a corto plazo la ambición del proyecto europeo la negociación de las previsiones financieras 2021-2027 y la celebración de las elecciones al Parlamento Europeo de 2019. En este sentido, ha emplazado a la universidad “a ser activa y valiente en la batalla de las ideas para espantar ideas falsas y excluyentes y movilizar a los jóvenes para una votación masiva”.

Memoria y datos

Por su parte, el secretario general de la Universidad Loyola Andalucía, Pedro Pablo Pérez, ha presentado la memoria de las actividades desarrolladas por la Universidad Loyola Andalucía en su quinto curso, el 2017-2018. Así, en el ámbito docente ha señalado que, en el citado curso se impartieron 23 grados oficiales (13 simples y 10 dobles), 16 másteres oficiales, 2 programas de Doctorado, 11 programas de Executive Education y 7 programas de formación in company.

En total, el número de estudiantes matriculados en estudios de grado en el curso 2017/2018 ascendió a 2.299, a 277 en máster, y 601 en programas de postgrado no oficiales. Así, la cifra total de alumnado matriculado con carácter regular en los estudios impartidos desde la Universidad Loyola Andalucía fue de 3.232.

En el capítulo de internacionalización, la Universidad acogió en el curso 2017-2018 a un total de 345 alumnos procedentes de otras universidades que se matricularon en estudios oficiales, y 273 estudiantes de Loyola Andalucía completaron su formación en el extranjero. El crecimiento experimentado en los programas de intercambio ha supuesto un aumento de un 33,4% de movilidades respecto al curso anterior.

También se llevaron a cabo varios programas Summer Term para universidades de Estados Unidos con la asistencia de 45 estudiantes. Actualmente la Universidad mantiene acuerdos para intercambios de alumnos, de profesorado y de PAS con 214 universidades o centros extranjeros, de los cuales el 71% son europeos y el 29% del resto del mundo.

En cuanto a investigación, uno de los ejes centrales de la Universidad, Pedro Pablo Pérez, ha destacado que la producción científica se ha traducido en la publicación a lo largo de 2017 de 193 artículos indexados JCR (el 57% del total), Scimago y otros índices, el 75% de ellos de carácter internacional, así como 18 proyectos de investigación, 18 libros, 38 capítulos de libro, 171 ponencias y comunicaciones en congresos y reuniones científicas de las que el 87% lo fueron de carácter internacional.

Por otro lado, en el ámbito de empleabilidad y emprendimiento, el secretario general ha indicado que la Universidad mantiene un total de 1.742 convenios de prácticas con empresas, habiendo firmado 414 nuevos convenios en el pasado curso académico. Además, 735 alumnos de grado y 161 de posgrado hicieron prácticas en empresas nacionales e internacionales durante el curso 2017-2018.

En el ámbito de la orientación laboral, se han desarrollado 946 tutorías individuales y se han organizado 34 talleres formativos. En lo relativo al fomento del espíritu emprendedor, se han ofrecido actividades en las que han participado 526 personas entre estudiantes y emprendedores, se han generado 34 proyectos de estudiantes y tutorizado 8 proyectos empresariales de nueva creación.

En lo relativo a las becas y ayudas al estudio, Pedro Pablo Pérez indicó que en el curso académico 2017-2018 fueron concedidas a un total de 563 estudiantes y el importe total concedido representó cerca del 6,8% de los ingresos académicos de la Universidad, superando la totalidad de ayudas la cifra de 1.358.976 euros.

En este contexto de educación integral, ocupa un lugar preferencial el Servicio Evangelización y Diálogo para llevar a cabo el objetivo de promover los valores evangélicos de la espiritualidad ignaciana que se reflejan en la Universidad Loyola. Podemos resumir el pasado curso con los siguientes datos: más de 80 estudiantes y más de 60 miembros del personal de la universidad activamente implicados, realización de actividades de compromiso solidario y de interiorización con 18 encuentros de grupos de fe, 90 acompañamientos, 53 eucaristías y 4 actividades de fin de semana, cuyo objetivo es el crecimiento espiritual y personal de quienes forman la Universidad Loyola.

Finalmente, la Fundación ETEA-Instituto de Desarrollo de la Universidad Loyola Andalucía, a través de la cual la Universidad Loyola realiza una importante labor, realizó 21 proyectos de cooperación y transferencia de conocimiento en países de Europa, Centroamérica, el Magreb y el Caribe.

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