Después de tres meses, el volcán de Cumbre Vieja, ubicado en la isla de La Palma, parece haber finalizado su erupción. La lava deja tras de sí más de 7.000 evacuados, porque esa lava se comió literalmente sus casas o se encuentran en la llamada zona de exclusión. A esto hay que sumar 900 millones de euros en daños materiales y 1.230 hectáreas devoradas, con grandes zonas de cultivo que ya no existen. Así comienza el editorial de la revista Vida Nueva. Para leer el mismo pincha aquí
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