La celebración de la solemnidad del Corpus Christi tuvo lugar este domingo en las parroquias de la diócesis. Aunque se pudieron hacerse las procesiones ni alfombrarse las calles y plazas, sí se realizaron algunos tapices y alfombras en espacios muy localizados, incluso en el interior de algunos templos, en los que
se hizo la procesión claustral con el Santísimo.
El obispo Álvarez presidió la eucaristía de ese día a las 17 horas en la Catedral. En su homilía desgranó el sentido de la oración colecta de la Misa: Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de Tu pasión; Te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de Tu Cuerpo y de Tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de Tu redención.
El prelado subrayó los tres modos en los que se realiza, fundamentalmente, la Veneración del Cuerpo de Cristo: Comulgando debidamente, entregando la vida y sirviendo a los demás de modo preferente a los más pobres, y realizando gestos para ensalzar la presencia Real de Jesús en la eucaristía. Además, el Obispo recordó el sentido de celebrar en esta jornada el día nacional de Caridad, a partir de la afirmación de Jesús: Conmigo lo hicisteis. La Eucaristía nos ofrece el don de poder amasar de forma inseparable la caridad y la vida de los pobres- destacó.
Al finalizar la Misa se realizó la procesión claustral con el Santísimo que se detuvo en el atrio del templo donde se había realizado una alfombra con flores con símbolos alusivos a la Jornada.
