Hacemos fiesta, buscamos la razón de la misma, que no es otra que la experiencia de la fe, subrayaba el párroco de El Salvador, José Francisco Concepción Checa en la Misa que presidió en el citado templo de S/C de La Palma. Al término de la celebración se bendijo la bandera de la patrona palmera que, con posterioridad, fue izada en el mástil del Castillo de la Virgen, anunciando así el comienzo oficial de la LXVIII edición de las lustrales fiestas de la Bajada de la Virgen de Las Nieves.
Checa invitaba también en la homilía a no confundir la razón de la fiesta con las consecuencias de la misma proponiendo, a los fieles presentes en el templo matriz, que miraran más allá del propio rincón y de los intereses particulares para «convertirnos en servidores de la alegría y de la esperanza de los otros», aseveró.
En la iglesia se encontraban numerosos fieles así como el alcalde de la capital, el presidente del Cabildo, el director insular de la Administración General del Estado y otros responsables públicos.
Tras bendecir la bandera y terminar la misa, ésta salió fuera del templo para, en el pórtico del Ayuntamiento capitalino comenzar a ser portada por ciudadanos, responsables públicos y eclesiales. La Bandera de la Virgen -una enseña blanca, de grandes dimensiones, con el anagrama de María bordado en su centro- fue transportada hasta el Castillo de la Virgen, donde fue izada con solemnidad. Después de sonar el himno nacional y las salvas de honor y de alegría, la Bandera fue izada de modo que, sobre las 13.10 de este último domingo de Junio del Año Lustral de 2015, la Bandera blanca con el anagrama de la Virgen de Las Nieves ondea en la capital palmera e indica que estamos en «Bajada».