«La fe nos enseña que Dios vive en la ciudad, en medio de sus alegrías, anhelos y esperanzas, como también en sus dolores y sufrimientos». De esta forma se expresaba el vicario general, Antonio Pérez, en la Misa celebrada en la Catedral en el día de S. Cristóbal, titular de la diócesis y patrón de la ciudad de La Laguna, que está cumpliendo el 520 aniversario de su fundación.
A partir de la lectura del Apocalipsis y citando un texto de la iglesia, el celebrante subrayó que «el Dios de la vida está, se hace más presente en los “lugares de libertad y oportunidad”, que brindan las ciudades a las personas “para interactuar y convivir con ellas…y experimentar vínculos de fraternidad, solidaridad y universalidad”.
En las ciudades somos invitados constantemente a “caminar siempre más al encuentro del otro, convivir con el diferente, aceptarlo y ser aceptado por él”. La celebración de un mártir invita a salir cada día más y siempre al encuentro del prójimo que vive en estas calles y plazas. A involucrarnos en la vida de la colectividad, a vivir y ser buenos ciudadanos y mejores cristianos» – expuso.
En otro momento de su intervención, Pérez invitó preguntarse, desde La Palabra de Dios proclamada, por la perla y el tesoro que tiene cada uno y, ante el cual, se está dispuesto a dejarlo todo, a arriesgarlo. Citando al Papa explicó que «el evangelio te permite conocer al verdadero Jesús, te hace conocer a Jesús vivo; te habla al corazón y te cambia la vida. Y entonces sí lo dejas todo. Puedes cambiar efectivamente de tipo de vida, o bien seguir haciendo lo que hacías antes pero tú eres otro, has renacido: has encontrado lo que da sentido, lo que da sabor, lo que da luz a todo, incluso a las fatigas, al sufrimiento y también a la muerte».
El vicario finalizó la homilía exponiendo un mensaje reciente del papa Francisco a los jóvenes: «miren siempre hacia adelante, miren siempre a los horizontes, no dejen que la vida le ponga muros delante, siempre mirar al horizonte. Siempre tener el coraje de querer más, más, más.., con valentía pero, a la vez, no olvidarse de mirar atrás, a la herencia que han recibido de sus mayores, de sus abuelos, de sus padres; a la herencia de la fe, esa fe que ahora ustedes tienen en sus manos para mirar hacia adelante».
¡Jugáte la vida! – como expresó Francisco. Hoy asuman la vida como viene y hagan el bien a los demás. Hoy seestá jugando en el mundo una partida en la que no hay sitio para los suplentes, o juegas de titular, o estás afuera. Tomemos la memoria recibida, miremos el horizonte y, hoy, asumámosla realidad y llevémosla adelante, hagámosla fructificar, hagámosla fecunda. ¡Dios te llama a ser fecundo! Dios te llama a trasmitir esa vida. Dios te llama a crear esperanza. Dios te llama a recibir misericordia y a dar misericordia. Dios te llama a ser feliz ¡No tengas miedo!. No tengas miedo. ¡Jugátela toda!. La vida es así”- concluyendo así con la cita del obispo de Roma.
Tras la eucaristía se realizó la procesión con la imagen de S. Cristóbal por el recorrido habitual.